La agrupación Periodistas Argentinas reunió testimonios de19 afectadas por el comportamiento del periodista Pedro Brieger: periodistas, alumnas, vecinas, compañeras, colegas y mujeres que tuvieron que dejar de hacer sus trabajos, renunciaron a sus estudios, no fueron a reuniones, perdieron exámenes, dejaron de hacer coberturas, se bajaron de viajes y declinaron de posiciones profesionales por la conducta del periodista. “Necesitamos que nos escuchen y que nos ayuden a que los hombres como él dejen de actuar a sus anchas y marcar a mujeres con dolor”, reclamó Agustina Kämpfer, durante la presentación del informe de las 19 mujeres que denuncian públicamente a Brieger por acoso sexual.
Ella fue la primera que, en el 2010, en el programa de televisión “Un mundo perfecto”, dijo que Brieger, que acababa de ganar un premio Martín Fierro, era un “acosador”. La revelación es clara. El padecimiento se exacerba frente al ensombrecimiento personal -o la necesidad de una resiliencia que deja marcas- y el premio a quién no solo no paga, ni para su conducta, sino que -además- es celebrado profesionalmente a costo del dolor de otras, que, ahora se sabe, son muchas.
Agustina no fue escuchada hace 14 años. Ahora, este martes 2 de julio, en cambio, encabezó la presentación del informe “Cultura del Acoso: Punto y aparte”, de Periodistas Argentinas, en el Salón de las Provincias en el Senado de la Nación, con la presencia de la Ministra de Mujeres y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz; el senador Martín Lousteau y la diputada Mónica Macha.
“Brieger era nuestro profesor, nuestro compañero de trabajo, nuestro jefe de cátedra, nuestro colega, nuestro acosador. Las conductas inapropiadas que pudimos recabar sucedieron a lo largo de treinta años. Pero sabemos que no somos las únicas y que probablemente este marco de tiempo sea aún más extenso. Nosotras tuvimos que abandonar nuestras tesis, dejamos de ir a coberturas, no fuimos a conferencias, renunciamos a comitivas y él en cambio comandó equipos, recibió premios y entrevistó líderes. Con su prestigio profesional logró enmascararlo”, acentuó el informe.
“Nuestros cuerpos recuerdan sus manos acercándose a nuestras partes íntimas, la taquicardia de los ataques de pánico, la repulsión de su mirada libidinosa, el miedo a su repentina desnudez cuando estábamos solas, nuestras ganas de ser invisibles para que no se acerque. Juntas somos muy fuertes. Es la primera vez que contamos con la atención que hoy nos prestan. Lamentablemente nadie nos escuchó siempre. Lo dijimos por televisión y se lo contamos a nuestros jefes y nuestros compañeros. Pero nada. Hoy estamos respaldadas. Y necesitamos hablar”, enfatizó Agustina.
Ellas pidieron reparación, un pedido público de perdón y que frene la cultura del acoso. Entre otras periodistas estuvieron presentes Analía Argento, Cynthia García, Carolina Balderrama, Telma Luzzani, Romina Ruffato, Ana Paoletti, Claudia Acuña y Nancy Pazos. Ella cerró: “Pedimos que (Pedro Brieger) pida disculpas, y que los demás varones entiendan qué es acosar y qué consecuencias tiene”.
Además participaron algunas de las periodistas afectadas, como Cecilia Guardatti, Gisela Busaniche, Marcela Perelman, Laura Carpineta, Leticia Martínez y Julia Kolodny, entre otras. “¿Por qué decidí romper el silencio y contar mi experiencia de acoso con el periodista Pedro Brieger? Sentí que ya no tenía miedo y que denunciarlo públicamente era el único camino para poner fin a un sentimiento de injusticia que habitaba en mí. Que Pedro Brieger es un acosador era “un secreto a voces” y solo cuestión de tiempo que todo saliera a la luz. Pero nunca pensé que seríamos tantas y que la voz colectiva marcaría un punto de inflexión”, explica Guardatti.
Fuente: Infobae