El 25 de mayo de 1810 marcó un antes y un después en la historia argentina: fue el día en que se formó la Primera Junta, el primer gobierno patrio que dio inicio al proceso de independencia. Más allá de los libros de historia, esta fecha está llena de curiosidades y momentos que reflejan el espíritu de una época. Además, los festejos posteriores han dejado anécdotas que muestran cómo los argentinos han celebrado este hito a lo largo del tiempo. ¡Acompáñanos en este recorrido por la historia y la tradición!

Curiosidades del 25 de mayo de 1810

1. Un día de lluvia y paraguas: Aunque la iconografía popular muestra un sol radiante, el 25 de mayo de 1810 fue un día lluvioso en Buenos Aires. Los patriotas se reunieron bajo la llovizna en la Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo), y se dice que los paraguas fueron protagonistas. Esta imagen inspiró la idea del «Sol de Mayo», que luego se convirtió en un símbolo patrio.
2. El Cabildo Abierto no fue tan «abierto»: El famoso Cabildo Abierto del 22 de mayo, que precedió a la formación de la Primera Junta, no fue un evento masivo. Solo se permitió la participación de 251 «vecinos» notables, seleccionados cuidadosamente. La población común, aunque expectante, tuvo un rol más bien simbólico en la plaza.
3. Cornelio Saavedra, el negociador clave: Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta, fue crucial para calmar las tensiones entre los sectores criollos y españoles. Su discurso conciliador evitó conflictos mayores, aunque no todos estaban de acuerdo con su moderación.
4. La ausencia de Belgrano: Manuel Belgrano, uno de los héroes de la independencia, no estuvo presente en Buenos Aires durante los eventos del 25 de mayo. Se encontraba en la Banda Oriental (hoy Uruguay), pero su influencia como pensador revolucionario ya era notable.
5. Un «golpe» sin armas: A diferencia de otras revoluciones, la de Mayo fue pacífica. No hubo enfrentamientos armados, sino debates, negociaciones y una hábil maniobra política para desplazar al virrey Cisneros sin derramamiento de sangre.

Anécdotas de festejos posteriores

1. El primer gran festejo (1811): Al cumplirse el primer aniversario, Buenos Aires se engalanó con desfiles, música y fuegos artificiales. Una anécdota cuenta que los vecinos decoraron sus casas con cintas celestes y blancas, colores que luego inspirarían la bandera nacional. Se dice que las damas porteñas lucieron vestidos con esos tonos, marcando una moda patriótica.
2. El locro, rey de la mesa: Desde el siglo XIX, el locro se convirtió en el plato típico de los festejos del 25 de mayo. En 1910, durante el Centenario, se organizaron grandes locradas populares en todo el país. En Rosario, una crónica relata que un locro gigante preparado en la plaza principal se agotó en minutos, desatando un pequeño alboroto entre los comensales que se quedaron sin probarlo.
3. La escarapela en el centro de la escena: En 1836, durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, se promovió el uso de la escarapela celeste y blanca como símbolo patrio. En los festejos de ese año, una anécdota cuenta que un grupo de jóvenes se presentó en un baile con escarapelas tan grandes que apenas podían moverse sin tropezar, generando risas entre los asistentes.
4. El Tedeum y un incidente diplomático: En 1889, durante el Tedeum en la Catedral Metropolitana por el 25 de mayo, un diplomático extranjero se negó a quitarse el sombrero, lo que desató un escándalo menor. La prensa de la época lo calificó como una «falta de respeto a la patria», y el incidente fue tema de conversación durante semanas.
5. Festejos modernos y rock nacional: En 2010, durante el Bicentenario, los festejos incluyeron un desfile monumental en Buenos Aires y conciertos masivos. Una anécdota curiosa ocurrió cuando Charly García, al cerrar un show en la Avenida 9 de Julio, improvisó una versión rockera del Himno Nacional, que dividió opiniones entre los puristas y los fanáticos del rock.

Una fecha que une a los argentinos

El 25 de mayo no solo recuerda la gesta de 1810, sino que también refleja la identidad y el espíritu festivo de Argentina. Desde los paraguas de aquel día lluvioso hasta los recitales modernos, esta fecha ha sabido adaptarse a los tiempos, manteniendo viva la memoria de los primeros pasos hacia la independencia. Hoy, el locro, las empanadas y las escarapelas siguen siendo protagonistas, mientras las nuevas generaciones suman su propia impronta a esta celebración patria.