El aumento del 1,5% en las jubilaciones y pensiones para julio, equivalente a $4.570, casi pasó desapercibido en medio del revuelo político generado por la condena a Cristina Kirchner. Este incremento, basado en la inflación de mayo, resulta insuficiente para cubrir incluso la compra de productos básicos de la canasta familiar, según datos del INDEC.
El magro aumento deja a los jubilados con un haber mínimo de $309.293, insuficiente para adquirir medio kilo de asado, un kilo de carne picada, un kilo de paleta, cuatro hamburguesas congeladas, o un kilo de filet de merluza. Si bien podrían comprar una botella de aceite, un yogur o dulce de leche, no podrían adquirir medio kilo de queso cremoso.
Este ajuste se produce bajo la ley de movilidad jubilatoria implementada por el gobierno de Javier Milei, que indexa los aumentos a la inflación.
