A más de dos semanas de la desaparición de Pedro Kreder y Juana Morales en la zona costera de Comodoro Rivadavia, los investigadores continúan sin indicios concretos que permitan esclarecer qué ocurrió con la pareja. La principal hipótesis sigue siendo la de una pérdida accidental, aunque el rastrillaje no ha arrojado resultados.
El ministro de Seguridad, Héctor Iturrioz, confirmó que no existen pruebas que apunten a la participación de terceros ni a un hecho violento. “Hasta el momento no hay evidencias objetivas que indiquen otra cosa”, señaló al referirse al operativo que se mantiene activo con apoyo de fuerzas provinciales y voluntarios.
Durante las últimas jornadas, el equipo de búsqueda debió verificar y descartar varias versiones falsas. Una de ellas surgió a partir de una denuncia anónima a la línea nacional 134, que advertía sobre supuestas actividades delictivas en los refugios costeros. Sin embargo, tras recorrer la zona, las autoridades no hallaron nada fuera de lo habitual. “Ese fin de semana los refugios estaban llenos de gente, y no hubo ningún episodio de inseguridad”, precisaron.
También quedaron sin sustento otras pistas, como unas huellas detectadas en el terreno que resultaron pertenecer a corredores locales, y un rumor difundido en redes sobre un presunto avistamiento de la camioneta en el basural de Kilómetro 8. “Revisamos las cámaras en las rutas posibles, como el camino a Caleta Córdova y el del Ceresal, pero no apareció ningún rastro del vehículo”, indicaron fuentes de la investigación.
La búsqueda continúa centrada en la franja costera y en zonas rurales aledañas, mientras crece la incertidumbre sobre el destino de la pareja.






















