Luego del triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas, con el 40,68% de los votos frente al 31,69% del Frente Patria, Cristina Fernández de Kirchner volvió a mostrarse públicamente. Pasadas las 21.30, la expresidenta salió al balcón de su departamento en la calle San José 1111, donde cumple arresto domiciliario, y saludó brevemente a los militantes que la esperaban.
Entre cánticos y bombos, la exmandataria sonrió, levantó los brazos y bailó algunos segundos al ritmo de una murga instalada frente al edificio. El gesto, que ya se volvió característico en cada elección, se extendió por unos nueve minutos antes de que se retirara al interior de su vivienda.
En los alrededores, la escena se asemejó a la de los comicios del 7 de septiembre, aunque con mayor presencia de militantes. La zona estuvo colmada de puestos ambulantes que vendían banderas, remeras y stickers con consignas partidarias, mientras la sede del Partido Justicialista porteño, ubicada a diez cuadras, se convirtió en otro punto de reunión para seguir el escrutinio.
Horas antes, Cristina había recibido en su departamento a Jorge Taiana, Mariano Recalde y Juan Grabois, referentes de Fuerza Patria en la provincia y la ciudad de Buenos Aires. También estuvo acompañada por su hijo, Máximo Kirchner, quien permaneció allí durante la jornada electoral antes de regresar a La Plata.
A pesar del clima de descontento tras la derrota, la militancia mantuvo el tono festivo y volvió a concentrarse frente a la residencia de la expresidenta, en lo que fue una nueva muestra de respaldo a la figura central del kirchnerismo.
























