Por primera vez en la ciudad, personas acusadas de maltrato animal participaron de una capacitación obligatoria orientada a la reeducación y la reflexión sobre los derechos de los animales no humanos. La iniciativa, impulsada a partir de una propuesta del fiscal Capereccipi, representa un cambio de enfoque en el abordaje judicial de este tipo de delitos.
El programa, compuesto por tres módulos presenciales, incluye charlas sobre empatía, compasión y el reconocimiento de los animales como seres sintientes. Además, los imputados no podrán tener animales mientras dure el proceso judicial y deberán donar alimento al centro de salud animal de la ciudad.
Nancy Harismendi, referente de Rada Tilly Animal y de la Red de Políticas Públicas, explicó que al inicio los participantes se mostraban reacios, pero con el avance de las sesiones comenzaron a reflexionar sobre sus conductas. También destacó la labor de su compañera Viviana Binder, quien propuso tratar a los acusados como vecinos, con el objetivo de generar un ambiente de diálogo y reducir los prejuicios.
La experiencia generó debate en redes sociales, donde algunos cuestionaron la falta de penas de prisión por maltrato animal. Sin embargo, Harismendi subrayó que este tipo de medidas educativas representan un progreso frente a años en los que muchas causas eran archivadas.
