Las autoridades sanitarias de España desestimaron desarrollar una vacuna contra el COVID-19, que en Argentina se testeará a más de 350 voluntarios. Se trata de la vacuna RUTI, diseñada originalmente para inmunizar contra la tuberculosis.
Un laboratorio catalán la creó y comenzó una fase de ensayos clínicos en profesionales de la Salud de un hospital pediátrico de la provincia de Jujuy.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) publicó en su página web la autorización para que la firma Inmuni Therapeutics en representación de Lat Research realice un estudio clínico. Tiene como fin evaluar la eficacia de la vacuna RUTI en la infección por SARS-COV-2. Formará parte del análisis en personal sanitario del Hospital Materno Infantil “Dr. Héctor Quintana” de la provincia de Jujuy.
Se aplicará a los voluntarios a través de dos dosis, y que el ensayo clínico exploratorio será de doble-ciego, aleatorizado y controlado con placebo. Serán 369 voluntarios que se someterán a los estudios de la vacuna, actualmente en fase II.
Se indicó que el ensayo está a cargo del investigador principal Alfredo Martín Caruso y bajo modelos de consentimiento aprobados por el Comité de Ética.
Ruti fue desarrollada por un investigador del Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona (Barcelona), y fabricada por la farmacéutica Archivel. La firma española inició los trámites logísticos para que las dosis lleguen al país.
En el país de origen de la vacuna, autoridades sanitarias no aceptaron que se realicen pruebas similares a las que se harán en Argentina, según consignó Clarín. Enfatizaron en “la carencia de evidencia científica” de los primeros resultados favorables.
