A pocos días de las Fiestas de Fin de Año, un amplio operativo sanitario realizado en Las Grutas culminó con el secuestro de casi tres toneladas de carne en cinco comercios del balneario. Las inspecciones estuvieron a cargo de la Brigada Rural de la Policía de Río Negro y del área de Bromatología del Municipio de San Antonio Oeste.
Los controles se desarrollaron durante la última semana y alcanzaron a 20 locales comerciales, tanto del sector céntrico como de la zona portuaria. Como resultado, las autoridades decomisaron 2.800 kilos de distintos cortes de carne, al detectarse irregularidades como productos en mal estado, falta de rotulación obligatoria y presunto origen en faena clandestina.
Desde los organismos intervinientes informaron que 15 comercios cumplían con la normativa vigente, mientras que en los restantes se constataron incumplimientos sanitarios. La mercadería secuestrada fue retirada en dos camionetas oficiales y posteriormente incinerada, al considerarse no apta para el consumo humano.
Uno de los comercios alcanzados pertenece a Walter Sequeira, propietario del supermercado Palitos y referente de la Federación Empresaria de Río Negro, quien cuestionó con dureza el procedimiento. Según sostuvo, no se trató de carne en mal estado ni de origen ilegal, sino de situaciones vinculadas al desconocimiento de nuevas exigencias sanitarias.
Sequeira explicó que días antes del operativo se realizó una reunión en San Antonio Oeste con representantes de Ganadería provincial, Senasa y carniceros, donde se anunciaron auditorías generales y cambios normativos. “Nos dijeron que los chorizos debían tener rótulos, aun teniendo habilitación municipal, y muchos no los tenían”, afirmó.
Además, denunció el secuestro de dos lechones de su propiedad, destinados a la venta durante las fiestas, bajo el argumento de presunta faena clandestina, y aseguró que también se decomisaron corderos y pollos en otros locales por no contar con sellos o rótulos específicos. “Esto es para fundir a varios”, expresó, y cuestionó la falta de un criterio unificado entre Senasa, la Policía y el Municipio.
Por su parte, desde las autoridades remarcaron que los controles se intensificarán durante la temporada de verano, cuando el flujo turístico incrementa la demanda de alimentos. Señalaron que el objetivo es prevenir riesgos sanitarios y garantizar la seguridad alimentaria de residentes y visitantes.
Asimismo, recordaron que la comercialización de carne debe cumplir con normas estrictas de trazabilidad, rotulación y conservación, y subrayaron que la faena clandestina representa un riesgo directo para la salud pública. En ese sentido, insistieron en que los decomisos responden a criterios sanitarios y no comerciales.
