La nueva aventura fugitiva de Sergio Gustavo Razzari, condenado a 10 años de prisión por abuso sexual y prófugo por dos años hasta que fue capturado en Viedma (Río Negro) por la PFA, fue breve: de apenas de unas horas. El hombre de 60 años fue atrapado a unas 10 cuadras de la dependencia de la DUOF en la que había sido alojado.
Según publica Infobae, los mismos que hace 10 días lo habían esposado, tras una larga madrugada de búsqueda intensa en medio de un importante operativo, divisaron a Razzari en la mañana de este lunes cuando caminaba por la intersección de calles Bv. Contin y Moreno, en dirección a la Ruta Nacional N° 3. Ese punto está muy cerca del puente Basilio Villarino, que podría haberle permitido cruzar hacia la provincia de Buenos Aires, una jurisdicción diferente.
El abusador condenado, incluso, ya había cambiado la vestimenta: llevaba ropas distintas a las que utilizaba al momento de la evasión.
Sobre el modo en el que Razzari habría logrado zafarse de la detención, las fuentes apuntaron a “una distracción”. El hombre recapturado habría aprovechado que su celda quedó abierta. Simplemente, abrió la puerta y dejó su calabozo. Es un misterio, aún, cómo pudo cambiar la indumentaria en el camino.
Razzari era buscado desde marzo de 2023 por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) N° 30 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), a cargo del juez Guillermo Enrique Friele.
El procedimiento de su primera captura fue realizado por efectivos de la División Unidad Operativa Federal Viedma, quienes luego de tareas investigativas lograron localizar al prófugo, y procedieron a su detención inmediata.
Las autoridades esperaban un cupo en el sistema penitenciario, para que Razzari cumpla su pena en una cárcel por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido contra una menor, aprovechando la situación de convivencia preexistente y reiterado en, al menos, dos oportunidades.
