Un apagón eléctrico de magnitud sin precedentes sumió este lunes en la oscuridad a España y Portugal, afectando también a regiones de Francia e Italia. Millones de personas se vieron privadas del suministro eléctrico durante varias horas, generando un caos generalizado que paralizó el transporte, la actividad económica y la vida cotidiana.
Las primeras informaciones apuntaban a la posibilidad de un ciberataque dirigido contra el sur de Europa, hipótesis rápidamente desmentida por la Unión Europea. El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, aseguró que “no hay indicios de ciberataque”, confirmando que los operadores de energía de ambos países trabajan para identificar la causa del fallo y restablecer el suministro. Costa, quien se mostró en contacto con los presidentes Pedro Sánchez (España) y Luis Montenegro (Portugal), descartó cualquier tipo de ataque informático.
En España, el impacto fue devastador. Madrid, Barcelona y Valencia fueron las ciudades más afectadas, con cortes generalizados que obligaron al desalojo del Museo del Prado y de las estaciones de Cercanías. Si bien los hospitales, equipados con generadores, mantuvieron su funcionamiento, centros médicos como el 12 de Octubre y la Clínica Jiménez Díaz reportaron problemas. El transporte público se paralizó, con trenes y metros detenidos y la Dirección General de Tráfico recomendando a la población evitar desplazamientos innecesarios.
Portugal sufrió un apagón generalizado, con la compañía eléctrica REN reconociendo que la situación era “imposible” de controlar y que la normalización del servicio podría tardar varios días. Regiones del sur de Francia e Italia también experimentaron cortes, aunque de menor intensidad.
Red Eléctrica Española informó sobre la activación de planes de reposición del suministro, trabajando en colaboración con empresas del sector para restablecer la electricidad. La compañía aseguró haber recuperado la tensión en varias subestaciones, pero el proceso de recuperación total se prevé largo y complejo.
Mientras la investigación para determinar las causas del apagón continúa, la incertidumbre y la preocupación se apoderan de la península ibérica.
