En un escenario de tensión política y social, el segundo paro nacional contra el gobierno de Javier Milei tiene una adhesión del 97% en todo el país, según el Secretario General de ATE Nacional y trabajador de PAMI, Rodolfo Aguiar.
«El paro de ATE promedia el 97% de adhesión en todo el país», señaló el dirigente sindical sobre la convocatoria de la CGT y que abarcó a empleados de la Administración Pública Nacional, trabajadores provinciales y municipales, evidenció una notable unidad entre los estatales.
Según datos proporcionados por el sindicato, la huelga tuvo impacto en las 24 provincias y en más de 2.200 municipalidades de Argentina. Los trabajadores estatales señalaron que su decisión de llevar adelante esta huelga no fue arbitraria: «tiene que quedar claro que los estatales no paramos por deporte, que vamos a la huelga empujados por el Gobierno. Su política económica, la reducción de los salarios reales y los despidos son solo algunas de las causas de nuestra decisión de parar», argumentó el Secretario General.
Asimismo, el dirigente enfatizó que el gobierno actual ha trazado un «camino de servidumbre» al priorizar las exigencias de acreedores extranjeros. «Tenemos un Gobierno que se arrodilla ante el poder extranjero y traza así un camino de servidumbre. Nosotros tenemos que demostrar que nunca nos vamos a arrodillar», agregó.
El paro no afectó las guardias mínimas en servicios esenciales, que se mantuvieron operativas, pero paralizó la mayoría de las actividades estatales en el país. En varios puntos, la huelga se complementó con movilizaciones y asambleas de trabajadores que denunciaron la pérdida del poder adquisitivo, las condiciones laborales precarias y los despidos en el sector público.
«El plan de lucha en el Estado no se va a detener. El lunes a las 15 horas, nuevo Plenario de Delegados para definir acciones», anticipó el Secretario General de ATE. La estrategia sindical se enmarca en una creciente preocupación de los gremios estatales por el rumbo de las políticas económicas del gobierno de Milei y sus implicaciones para los trabajadores.
Fuente: N.A.