La Fiscalía de Esquel formalizó la investigación por un caso de caza furtiva en un campo ubicado a unos 8 km de la Ruta Nacional Nº 40, que involucra a cinco personas y al dueño del establecimiento. Durante la audiencia, dos de los imputados brindaron su declaración.
Según la acusación, los sospechosos habrían instalado un campamento para practicar caza mayor en un terreno no habilitado como coto por la Dirección de Fauna Silvestre de Chubut. Allí se habrían utilizado armas de fuego en condiciones de uso, municiones calibre 308 y 300, miras telescópicas, dispositivos de comunicación, paneles solares y un supresor de sonido, cuyo uso está prohibido por la legislación provincial.
Los investigadores señalan que los cazadores dieron muerte a cuatro ejemplares de ciervo colorado (Cervus elaphus) sin contar con permisos ni licencias correspondientes. Por su parte, los imputados sostuvieron que accedieron al campo por contactos y que, según publicaciones en redes sociales, el coto ya estaba establecido. Además, indicaron que al llegar al lugar ya había restos de animales, supuestamente abatidos por extranjeros que ingresaron antes.
La Fiscalía tiene un plazo de seis meses para completar la investigación y definir las medidas judiciales a seguir.
