La última cadena nacional de Javier Milei, transmitida el viernes por la noche vía YouTube, tuvo una repercusión muy limitada si se la compara con la difusión que alcanzó una emisión científica del CONICET realizada desde aguas profundas.
De acuerdo con los registros, apenas una hora después de concluido el discurso presidencial —en el que defendió su plan económico y explicó sus recientes vetos a leyes sociales— el video sumaba 6.604 reproducciones. Mientras tanto, una transmisión de la misión “Talud Continental IV”, llevada adelante junto al Schmidt Ocean Institute y mostrando imágenes captadas a casi 4.000 metros bajo el nivel del mar, había superado las 920.000 vistas.
El contraste fue notable: los paisajes submarinos y la fauna marina lograron acaparar la atención de cientos de miles de usuarios, dejando muy atrás la audiencia del mensaje oficial. Varias piezas audiovisuales de la expedición incluso rompieron marcas previas, con más de 300.000, 500.000 y hasta 900.000 reproducciones cada una.
En redes sociales, el dato reavivó la discusión sobre qué contenidos logran captar hoy la atención masiva, y cómo un evento científico pudo imponerse ampliamente sobre un anuncio presidencial en horario central.
