Una fuerte polémica se desató en Chile en los últimos dias luego de que unos 300 colombianos varados por la pandemia de coronavirus a la espera de ser repatriados en un vuelo dispuesto por el Gobierno tuvieron que firmar a cambio una declaración jurada que les prohíbe regresar al país durante nueve años.
El documento también pide su renuncia a toda solicitud de residencia o de refugio, o al estatus de refugiado en caso de que lo posea, denunciaron asociaciones de inmigrantes.
Cerca de 350 colombianos que llevan un mes acampando delante del Consulado General de su país en Santiago de Chile y unos 50 ecuatorianos ya habrían suscrito las condiciones del Gobierno chileno, que se prevé que financie su vuelo de retorno, según la Coordinadora Nacional de Inmigrantes.
“Ellos saben lo que significa, pero están sin trabajo ni lugar donde vivir y quieren volver a su país sí o sí. Son conscientes de que les están haciendo chantaje, pero es lo que hay”, comentó a la agencia EFE el presidente de la asociación, Héctor Pujols.
Algunos de los inmigrantes varados se quedaron sin poder retornar a su país tras la cancelación de sus viajes por la pandemia de coronavirus, mientras que otros se vieron afectados por el cierre de fronteras de ambos países latinoamericanos.
“Se dice que es voluntario, pero cuando una persona perdió su trabajo, su casa, incluso el apoyo de su propio país, la verdad es que no hay libertad para firmar; no tienen otra opción”, opinó el director del Servicio Jesuita a Migrantes, José Tomás Vicuña.
Dicha campaña ya fue calificada en su día de “deportación encubierta” y de “desproporcionada” por varias organizaciones, pero el Ejecutivo alegó que se trataba de una “opción voluntaria”.
“Esta situación nos preocupa mucho. Son personas de escasos recursos que necesitan retornar a sus países y no pueden hacerlo no porque Chile no les abra las puertas, sino que porque sus países les cierran el retorno”, aseguró la semana pasada el canciller chileno, Teodoro Ribera.
Fuente: Infobae