Después de un año y medio viviendo entre jaulas, ladridos nocturnos y pisos fríos, Ciro —un perro rescatado durante una inundación cuando era apenas un cachorro— por fin dejó atrás el dispensario canino de Comodoro Rivadavia para comenzar una nueva vida en familia.
El animal había ingresado al lugar junto a su mamá y sus hermanos tras una denuncia por abandono. Mientras su madre y varios de los cachorros fueron adoptados con el tiempo, Ciro permaneció allí desde que nació. Hoy, gracias a la decisión de Debra, una vecina que abrió su casa y su corazón, su espera llegó a su fin.
Dos de sus hermanos, Titi y Tato, aún buscan un hogar.
Desde el Dispensario Canino Municipal destacaron y agradecieron el acompañamiento constante de los vecinos de Comodoro y Rada Tilly, que se acercan a pasear a los perros, ayudando a que socialicen y estén listos para integrarse a una familia.
El espacio municipal invita a quienes quieran adoptar a acercarse de lunes a viernes, de 10 a 13 horas, o comunicarse al 297 5400388.
Con un fuerte mensaje, recordaron además la importancia de la castración para evitar la sobrepoblación animal: “Castrar salva vidas y garantiza que solo nazcan aquellos animales que realmente tendrán un hogar”.
























