Los números en el Congreso siguen sin garantizar su aprobación. El sector «verde» achicó la diferencia pero los «celestes» siguen en ventaja, como en 2018.La posibilidad de que el Gobierno envíe al Congreso antes de fin de año el proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo cobró fuerza, los números en el Congreso siguen sin garantizar la sanción de la ley. Al igual que en el histórico debate de 2018, el principal escollo está en el Senado.
El 10 de agosto de 2018 la Cámara alta rechazó el proyecto de la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito con 38 votos en contra, 31 a favor y dos abstenciones.
De acuerdo con un relevamiento hecho por NA en base a las definiciones públicas de los senadores y la permanencia de los que ya votaron el tema hace dos años, tras el recambio legislativo de 2019 hay ahora 35 senadores en contra, 32 a favor y cuatro que no tomaron postura pública frente al tema.
Esa cuenta no incluye al tucumano José Alperovich, del Frente de Todos, que en 2018 votó en contra de la legalización y que actualmente se encuentra de licencia.
De esta manera, la diferencia entre «verdes» y «celestes» se redujo respecto del debate anterior y la pelea parece más pareja, aunque no sin complicaciones.
Un punto a tener en cuenta es el balance interno del bloque oficialista del Senado, debido a que el presidente Alberto Fernández está metido en el debate público a favor de la legalización y empuja el proyecto.
La bancada del Frente de Todos tiene a 17 de sus 40 senadores (sin Alperovich) en contra de la legalización, incluyendo al presidente del bloque, el formoseño José Mayans, que cada tanto ratifica su posición en los discursos con los que cierra los debates.
La «disciplina política» que rige principalmente en los oficialismos para otras discusiones podría modificar en algo ese balance, pero es improbable que logre «dar vuelta» 17 votos o «levantar» a 17 senadores por dos razones: se trata de un tema que suele estar por encima de lo partidario y tocar aspectos personalísimos y, además, los legisladores tienen también la presión social de sus provincias, donde viven sus votantes actuales y eventuales.
En caso de que la proporción de votos dentro del bloque oficialista no cambie, el «no» estaría a dos votos de alcanzar la mayoría absoluta y el «sí» necesitaría convencer a los cuatro indefinidos, que se vuelven la clave de la votación junto con el futuro de la banca de Alperovich.
Una de las indefinidas es la neuquina Lucila Crexell (Interbloque Federal) que se abstuvo en la votación de 2018; otro es el santafesino Roberto Mirabella, que ingresó el año pasado en reemplazo de Omar Perotti, la segunda abstención de aquella noche.
Mirabella presentó en el verano pasado un proyecto de ley sobre despenalización del aborto con las causas actualmente contempladas en el protocolo de interrupción legal del embarazo (ILE) para los casos en los que la mujer fue víctima de violación o existe riesgo de vida.
Es un proyecto similar al que en su momento había presentado Perotti pero no define su postura ante la eventual votación del proyecto de legalización, subrayaron allegados al senador consultados por NA.
Los otros dos indefinidos son los entrerrianos Edgardo Kueider (Frente de Todos) y Stella Maris Olalla (Juntos por el Cambio), quien solo se ha expresado en declaraciones a la prensa local sobre la importancia de la educación sexual desde su mirada de docente al ser consultada sobre el aborto.
Otro tema que estará en análisis del oficialismo si decide enviar el proyecto antes de fin de año será la situación de Alperovich, cuya licencia -iniciada en noviembre de 2019 a raíz de la denuncia por abuso sexual que presentó una sobrina suya- vence el 31 de diciembre.
Con este escenario, el margen del Gobierno e incluso de los gobernadores para administrar los votos del bloque oficialista; la definición de Crexell, Olalla, Kueider y Mirabella; y el futuro de Alperovich serán algunas de la variables principales en caso de que el proyecto llegue al Senado.
En caso de empate, deberá definir con su voto la presidenta de la Cámara alta, Cristina Kirchner, quien estuvo a favor siendo senadora en 2018 y en contra durante su mandato en el Ejecutivo.
Fuente: Noticias Argentinas