Duki, el máximo referente del trap argentino, coronó en la noche del sábado su debut en el estadio de River Plate, donde este domingo tuvo lugar la segunda función, con un repaso por todas sus eras musicales, el soporte de invitados estelares a la altura de su consagración ante más de ochenta mil personas.
El rapero nacido hace 27 años bajo el nombre de Mauro Ezequiel Lombardo, junto a una banda calibrada para rockear el repertorio, dominó durante dos horas el escenario y no titubeó para interrumpir el set de tanto en tanto para ponerle fin a los tumultos que derivaban en desmayos repentinos.
Sobre un escenario que recreaba el planeta ficticio de «Antes de Ameri», su última placa, Duki cumplió también con creces con su rol de líder generacional: es que el músico oriundo del barrio porteño de Almagro bajó línea y se sacó de encima cualquier rotulo de «rockstar»: «Yo no me voy a hacer el rockstar, el John Lennon, el Slash, yo soy Mauro Ezequiel Lombardo y soy igual que todos ustedes»
«Les estoy agradecido a todos ustedes porque me eligieron, muchas gracias por darme este lugar. Voy a vivir en Argentina hasta el puto día que me muera», dijo en una de sus primeras intervenciones del show que abrió con «Givenchy» y que, tras la primera interrupción en «Otro Level», continuó con uno de los himnos del trap nacional titulado «Tumbando el club» que marcó un antes y un después en la unión de los artistas de la escena.
«Si me sobrara el tiempo» y «Volando Bajito» sonaron antes de la llegada del primer invitado, Rei, quien le puso el cuerpo y su voz a canciones como «Pininfarina» y «Pintao» en el primer bloque del show donde también se destacaron otras piezas como «Piensa en mí», «Hablamos mañana» y «Además de mí».