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El Gobierno Nacional ha hecho un llamado a las petroleras para que sean más moderadas en los aumentos de los precios de los combustibles. Esta solicitud se enmarca en el contexto de la realidad que viven los argentinos, afectados por la aceleración inflacionaria y la pérdida de poder adquisitivo.
Esta situación ha llevado a modificar el cronograma acordado, que establecía llegar a la paridad de exportación en marzo, por uno más prolongado. Esto no implica la detención de los aumentos, pero sí una recomposición más lenta de los ingresos del sector.
Desde la llegada de la administración libertaria al poder el 10 de diciembre, se ha observado una secuencia de aumentos acelerados en los costos de la nafta y el gasoil. Según el medio Ecojournal, la empresa estatal comunicó a las petroleras no integradas que en marzo no se alcanzará la paridad de exportación como estaba previsto, sino que se realizará de forma más gradual. El pedido fue realizado por el Palacio de Hacienda, a cargo del ministro Luis Caputo.
La desaceleración de los precios ya es una realidad. Se asegura que el último incremento del 6,5% del 1° de febrero solo contempló la suba del impuesto a los combustibles y el ajuste al alza que tuvieron los precios de los biocombustibles utilizados para corte.
Sin embargo, no se tomó en cuenta el crawling peg, es decir, la suba gradual del tipo de cambio oficial. «Por el tipo de cambio los valores quedaron retrasados un 2 por ciento», agregaron desde el sector.
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