Cintia, la madre de Lucas González, el joven futbolista de 17 años asesinado por efectivos de la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Barracas, se prepara para darle hoy el último adiós a su hijo. Será después del mediodía en la cochería Colonial de la localidad bonaerense de Florencio Varela. Sin embargo, antes del velatorio el cuerpo del menor será sometido a una cirugía por una solidaria decisión de la familia. El motivo: todos los órganos del deportista serán donados.
Así lo confirmó la mamá de la víctima en diálogo con Radio 10, donde explicó que desde el hospital El Cruce le dijeron que por el buen estado físico del chico, sus órganos le podrían servir a muchas personas. Cintia entre lágrimas al recordar a su hijo:
«En algún lugar de este país el corazón de mi hijo va a seguir latiendo. Doné los órganos. No sé quién va a ser la persona pero le sacarán sus pulmones o su corazón. Era un chico muy sano”.
Después de permanecer casi dos días en el hospital a la espera de que su hijo se recuperara, la mujer finalmente pudo volver a su casa. Pero el dolor de no verlo a Lucas hizo que no pudiera ni siquiera dormir un par de horas:
“Es muy duro. Recién hoy pude venir a mi casa. Es impresionante. Me mataron. Lo que le hicieron a mi hijo no tiene explicación. Ahora recién me está cayendo todo porque no lo encuentro a Lucas en casa. Ninguna madre está preparada para esto”.
El joven de 17 años -contó Cintia- tiene una hermana de 13 y un hermano de 8 años. Al menor, su madre todavía no pudo explicarle lo que pasó:
“El más chico lo esperaba siempre para jugar. En el comedor se ponían a jugar al futbol acá adentro. Era un bebé, una criatura. No tenia maldad para nada. Desde los cuatro años jugaba”.
“Estaba feliz e iba a ir a la cancha porque Barracas Central iba a jugar para pelear por ascender. Iba a entrenar, almorzaba y luego se iba a la escuela. Lo único que le pedíamos era que terminara el secundario. Hacia un esfuerzo terrible. Tanto sacrificio hizo. Hasta se quebró dos veces la clavícula» expresó y lamentó su madre:
«Lo único que quería era triunfar».
La familia pedirá justicia por el crimen y Cintia adelantó que “va ir por todo”. “No le tengo miedo a nadie, ni a estos policías. Tuve muchos llamados de chicos que les pasó esto, de madres destrozadas. Estoy muerta en vida. Me sacaron mi corazón. Me sacaron todo”, sentenció.
Fuente: Infobae