El Tribunal Supremo de España ha establecido una sentencia histórica donde determina que un «beso robado» sin consentimiento expreso constituye un delito de «agresión sexual». Esta sentencia marca un hito en la lucha contra la violencia de género y refuerza las normas para castigar el abuso en el país.
La decisión del máximo tribunal español se basa en un caso específico relacionado con un policía que intentó besar a una detenida en un juzgado de Sevilla, a pesar de su rechazo. El Tribunal Supremo confirmó la condena de un año y nueve meses de cárcel impuesta al policía por la Audiencia Provincial de Sevilla, que lo consideró culpable de agresión sexual.
La sentencia se enmarca en la reforma de la Ley de Libertad Sexual, conocida como la ley de «solo sí es sí», que establece la necesidad de consentimiento expreso antes de cualquier interacción sexual. Según los magistrados, un «beso no consentido» constituye una «intromisión en la libertad sexual» de la persona y representa un ataque a su intimidad y libertad sexual.
Esta sentencia sentará un precedente legal para futuras denuncias similares y refuerza la protección de la libertad sexual de las personas en España. La reforma de la Ley de Libertad Sexual, impulsada en 2022, ha sido un paso significativo en la lucha contra los delitos sexuales y la protección de los derechos de las mujeres en el país.