Un devastador incendio ha destruido la sede de una universidad en Epuyén, causando la pérdida de material didáctico, equipamiento, instalaciones, muebles, libros y archivos. El siniestro representa un duro golpe para la comunidad educativa.
Mientras tanto, los brigadistas que combaten el incendio, quienes trabajan sin contrato formal, recibieron la noticia de la renovación de sus contratos por tres meses. Esta decisión genera un contraste entre la destrucción causada por el fuego y la precariedad laboral de quienes luchan contra él.