El reciente temporal que azotó Bahía Blanca ha dejado un saldo trágico de 16 muertos y más de 1.400 evacuados, sumiendo a la ciudad en una crisis humanitaria sin precedentes. Entre las historias de angustia y desafíos, emerge el relato de Luís Díaz, un trabajador comodorense que vivió una experiencia límite mientras viajaba con sus hijos por la Ruta Nacional N° 3 en medio de la tormenta desatada por las lluvias torrenciales.
En una emotiva entrevista con C5N, Díaz compartió su relato: “Estábamos llegando a Puente Naranja donde empieza la autovía, por Ruta Nacional N° 3, cerca de las 19 horas enfrentamos una cortina de agua y los camiones que iban a Buenos Aires hacían olas. Empezamos a flotar; con mi hijo nos bajamos y empujamos la camioneta hacia la mano contraria de la autovía. Se hizo un puente con las áreas de defensa y acudieron a nuestra ayuda. Si no se me rompía el motor en ese punto, quedábamos literalmente dentro de la olla que se produjo cuando se rompió la ruta”.
“Nosotros veíamos cómo la gente escapaba con terror; las caras de la gente que pasaba frente a nosotros eran indescriptibles», contó.
Durante la angustiosa espera, Díaz comentó: “Estuvimos cinco horas rezando que no nos llevara el agua”. Finalmente, una camioneta policial llegó para rescatarlos: “Dios nos acercó una camioneta de la policía que sin dudarlo no pensaron en otra cosa que salvarnos”.
Una vez rescatados, Díaz y sus hijos fueron trasladados a la Sociedad de Fomento, donde recibieron atención y apoyo incondicional por parte de la comunidad local. “Nos trataron con el corazón de argentinos; nos atendieron con amor como si nos conociéramos”, expresó emocionado. “Ahora mis hijos tienen tíos a miles de kilómetros de donde somos”.
