Con motivo del escándalo en los Oscar, salió a la luz una declaración impactante de la esposa del actor, quien está viviendo uno de los momentos más duros de su carrera.
Uno de los tantos coletazos del denominado “Slapgate”, el escándalo en los Oscar cuando Will Smith le pegó un cachetazo a Chris Rock, fue el resurgir de viejas declaraciones de la esposa del actor, Jada Pinkett Smith, que en la actualidad adquieren otra tesitura.
En 2018, en el programa familiar de los Smith, Red Table Talk, donde se explayan sobre su cotidianidad y repasan momentos turbulentos de sus vidas, la actriz confesó que nunca quiso casarse con Will: “Me forzaron y fue horrible”, aseguró en la mesa redonda, con su marido presente.
Jada confesó haber “llorado en todo el camino hacia el altar” y habló de una inmensa presión para contraer matrimonio con el protagonista de Rey Richard. “Estaba muy presionada, era una actriz joven, estaba embarazada y no sabía qué hacer, pero nunca quise casarme”, ratificó Pinkett Smith, quien en ese momento estaba en la dulce espera de su primer hijo, Jaden.
La actriz se dirigió a su madre Adrienne, quien también se encontraba en el programa, para decirle que sentía que ella la había obligado a oficializar la relación. “Lo hicimos porque ‘Gammy’ [el apodo que Jada le puso a su mamá] estaba llorando. Era como si ella nos dijera: ‘tienen que casarse’”, amplió.
“Sí, recuerdo tener un fuerte deseo de que ustedes se casaran y que vos estabas enferma, no cooperabas en nada”, remarcó Adrienne, para luego hacer una salvedad. “Pero no recuerdo tu rechazo a la idea del matrimonio”. Su hija le mencionó que estaba devastada antes y durante la boda: “Me sentía tan molesta porque tenía que casarme que me fui llorando por el maldito pasillo”.
En contraposición a cómo vivió Jada su casamiento, Will dijo que era algo que deseaba muchísimo, y que su experiencia fue diferente. “Desde que tenía cinco años que me imaginaba cómo sería mi familia, no hubo un día de mi vida en que no quisiera estar casado y con una familia”, dijo Smith luego de escuchar a su esposa.
Will y Jada se casaron el 31 de diciembre de 1997 en Baltimore, Maryland, y al año siguiente nació Jaden, quien ahora tiene 23 años. En 2000, la pareja recibió a Willow, de 21.
En los 25 años que llevan juntos, no todo fue agradable para la pareja. El matrimonio navegó crisis, infidelidades y escándalos mediáticos. Dos años atrás, el rapero y amigo de uno de sus hijos, August Alsina, aseguró en un programa de televisión norteamericano que mantuvo una relación durante años con la actriz. Esa declaración no hizo más que unir a Smith y Pinkett, quienes se explayaron respecto a la infidelidad de Jada en su programa, donde suelen sacar los trapitos al sol.
Asimismo, en 2014, Jada aseguró que “mantener una relación abierta” era la fórmula mágica para que su matrimonio pueda mantenerse en pie. La actriz contó que tanto ella como su esposo eran libres para salir con quienes quisieran, aunque eso “no significa que lo hagamos”. “Tenés que confiar en tu pareja, al final del día yo no soy la vigilante de nadie. Will Smith es un hombre adulto”, aclaraba al tiempo que surgían rumores de una supuesta infidelidad del actor con Margot Robbie, su coprotagonista en Focus: Maestros de la estafa.