La última gala de Gran Hermano 2023 dejó a todos los espectadores en vilo con una montaña rusa de emociones. En medio de un feroz careo con Federico «Manzana» Farías, Juliana «Furia» Scaglione vivió una serie de eventos que la llevaron a tomar una decisión drástica.
Después de un intenso enfrentamiento, Martín Ku decidió salvar a Juliana de la nominación y sacarla de placa, lo cual generó una reacción inesperada. Furia, sintiéndose abrumada por las circunstancias, tomó la decisión de abandonar la casa. Con lágrimas en los ojos y entre insultos dirigidos a sus compañeros, la entrenadora armó su valija y se dirigió hacia la puerta de la propiedad televisada.
«Muy decepcionada, toda la casa me votó y luego me dicen que me quede, que no me quede. Nadie me quiere. Todos se pueden ir al carajo. Voy a ver a Oto. Chau, chicos», expresó Furia mientras se encaminaba hacia la salida.
En un tono entre broma y seriedad, Scaglione pidió a los espectadores que entonaran los versos del tema que suelen cantar cuando un participante abandona Gran Hermano. Entre risas, Lucía Maidana y Bautista Mascia se sumaron al juego propuesto por la concursante. «No saben si me quieren, si quieren que me quede. Nadie me habla, todos me odian. ¿Puedo abrir la puerta, señor?», gritó Juliana a todo pulmón.
Sin embargo, la producción del programa intervino y reprendió a Juliana por intentar forzar la puerta en un acto de teatralidad. Acto seguido, la concursante más convocante del certamen dejó de actuar y regresó riendo, revelando que todo había sido parte de un juego.