El diputado electo por la provincia de Chubut, José Glinski, aseguró que “hoy el cambio es el fin de la grieta que propone Massa” y remarcó: “La realidad es que lo que no soporta más la Argentina es las familias peleadas, amistades rotas por temas políticos y el no poder avanzar porque siempre prima el obstruir al proyecto o idea del otro».
En el mismo sentido, Glinski destacó el discurso “de convocatoria, no de exterminio o segregación” que propone Massa, y recordó que “desde el primer debate, viene planteando la necesidad de contar con un gobierno de unidad nacional, incluyendo a los mejores de los distintos espacios”.
“Argentina tiene todo para ser un país mejor, sus recursos, conocimiento, y sin embargo estamos trabados. Y lo que nos traba y nos dividió es la grieta”, expuso.
Remarcó también que luego de las PASO “había que interpretar que el cambio era una demanda de la sociedad” pero “tenía más que ver con esta crispación de la sociedad argentina, que hacía falta un discurso conciliador”.
“Entiendo que hoy muchos se pronuncian como imparciales, como por ejemplo el radicalismo. Esa posición la entiendo, pero también entiendo que esos que se manifiestan de esa manera, probablemente formen parte del Gobierno que tendrá a Massa como presidente a partir del 10 de diciembre”, explicó.
Por otra parte, recordó que “con Néstor Kirchner hubo una incorporación de radicales al Gobierno, pero la grieta surgió después de la pelea con el campo” y puntualizó que “no hay posibilidad de desarrollo sin justicia social”.
En este sentido, destacó la escucha como un elemento central para los votos que se recuperaron entre las PASO y las elecciones generales: “La remontada esta tiene algo de épica, ocupé el rol de militante como muchos otros compañeros, lo que significó construir una campaña electoral con un gran amor”.