Los rescatistas japoneses corren «contra el tiempo» este martes para rescatar a los sobrevivientes del violento terremoto que sacudió el centro del país el día de Año Nuevo y dejó al menos 48 muertos y enormes daños.
El potente sismo de magnitud 7,5 golpeó el lunes la prefectura de Ishikawa, en la península de Noto, en la isla principal de Honshu y según las autoridades locales al menos 48 personas murieron, pero se espera que el balance suba, ya que hay muchas personas atrapadas.
Con la luz de la mañana las autoridades constataron la dimensión de la destrucción en Ishikawa, con edificios aún humeantes, casas derribadas y barcos pesqueros hundidos o arrastrados a la costa.
«Se han confirmado daños muy cuantiosos, incluidas numerosas víctimas, edificios colapsados e incendios», declaró a periodistas el primer ministro Fumio Kishida tras una reunión de respuesta al desastre. «Tenemos que correr contra el tiempo para buscar y rescatar a las víctimas», agregó.
Tomas aéreas mostraron la devastación de un incendio en el puerto de Wajima, donde colapsó un edificio de siete pisos. Casi 45.000 casas están sin electricidad en la zona, que registró temperaturas heladas durante la noche, dijo la empresa eléctrica.
El sismo de magnitud 7,5 sacudió Ishikawa, del lado del Mar de Japón, en la isla principal , a las 16H10 (07H10 GMT) del lunes, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Según las autoridades japonesas, la magnitud del temblor fue de 7,6. «Fue un remezón tan poderoso», comentó a AFP Tsugumasa Mihara, de 73 años, mientras hacía fila para recibir agua junto a cientos de pobladores del poblado de Shika. «Qué terrible manera de comenzar el año», expresó.
La Agencia Meteorológica Japonesa (JMA) indicó que después del terremoto inicial se registraron 155 réplicas en su mayoría con magnitudes superiores a 3.
Olas de 1,2 metros de altura golpearon Wajima a las 16H21 (07H21 GMT), y otras más pequeñas se registraron en otros lados, incluida la isla de Hokkaido, en el norte.
Pero la JMA anunció en la mañana del martes el levantamiento de todas las alertas de tsunami.
El ministro de Defensa, Minoru Kihara, informó que 1.000 militares están preparados para dirigirse a la región y que otros 8.500 fueron movilizados. Las autoridades usaron también 20 aviones militares para registrar los daños.
La autoridad de transporte cerró las autopistas en la zona cercana al epicentro y Japan Railways anunció que los trenes de alta velocidad entre Tokio y la prefectura de Ishikawa quedaron interrumpidos.
El gobierno, por otro lado, precisó que no se registraron consecuencias en las centrales nucleares del país.
Los daños causados por los sismos afectaron sobre todo a las casas antiguas, que suelen ser de madera.
El portavoz del gobierno, Yoshimasa Hayashi, señaló «seis casos» de personas que están en edificios derrumbados en la zona de Ishikawa.