Tras el partido disputado este jueves en Asunción, Paraguay donde el seleccionado argentino se quedó con ganas de goles tras igualara 0-0 contra Paraguay, en la cancha se vivieron momentos de euforia por la presencia de Messi.
La bandera es una de las tantas muestras de afecto de los hinchas guaraníes al capitán del seleccionado argentino en el marco del partido de Eliminatorias Sudamericanas en el que Paraguay y el campeón de América igualaron 0-0. Para los locales, el encuentro contra la Argentina significaba mucho más que un enfrentamiento por los puntos: era la posibilidad de ver al mejor jugador del mundo en vivo y en directo. Por eso no llamó la atención que en Asunción se superara largamente el aforo permitido y que la ocupación del estadio de la APF estuviera más cerca del 80 que del 50 por ciento.
Los que entraron tuvieron suerte: pudieron ver a un Messi todoterreno, un Messi que es estratega pero que también batalla, que también gambetea en el barro, que también defiende.
«Verte jugar en vivo es mi mejor regalo de cumpleaños», decía otro de los carteles. Ese era el sentimiento de todos los presentes.
La invasión del final del partido, con los hinchas saltando al campo de juego, desesperados por conseguir una selfie con el 10, sin importarles que los efectivos policiales se los llevaran detenidos, expone (una vez más) lo grande que es Messi. Igual que el gesto del Papu Gómez: difícilmente con otro compañero hubiera oficiado de guardaespaldas como lo hizo con Leo, con la intención de protegerlo ante el (afectuoso) atropello. Todo eso es el capitán argentino. Para afuera y para adentro.
Fuente: Olé

























