Lula anunció la semana pasada «impuesto de renta cero para quien gana hasta R$ 5.000, unos 935 dólares. Advirtió además que «la compensación no vendrá de recortes en educación o salud, sino de la taxación de quienes ganen más de R$ 1 millón por año (USD 186.000), equivalente a un 0,1% de la población.»
En cifras el gobierno brasileño calcula que la medida beneficiará a más de 15 millones de personas y que alrededor de 140.000 contribuyentes de muy elevados ingresos aportarán más. Es una reforma explícitamente redistributiva.






















