En medio del ajetreo en vísperas navideñas, un descubrimiento inesperado detuvo el ritmo frenético de la ciudad
Sobre la calle España, frente al Banco del Chubut, apareció una cesta adornada con papel rojo brillante. En su interior, una selección de frutas frescas y coloridas se exhibían con cuidado. El hallazgo despertó la curiosidad de los transeúntes, quienes se acercaron a observar con cautela.
Algunos se preguntaban si se trataba de un regalo navideño olvidado, mientras que otros, más cautelosos, susurraban sobre la posibilidad de un ritual. «Hay que ir a tirarle agua bendita de la Catedral», se escuchó de un hombre que pasaba por el lugar, en referencia a las prácticas esotéricas que suelen aparecer en la ciudad.
La incertidumbre se apoderó del ambiente. El personal de limpieza, con guantes, se encargó de retirar la cesta del lugar, evitando el contacto directo con su contenido.
El misterio de la cesta de frutas se extendió por las calles de Comodoro Rivadavia, dejando a los habitantes con más preguntas que respuestas. ¿Quién la dejó allí? ¿Qué mensaje escondía? ¿Era un simple regalo o un ritual con un significado oculto? Las especulaciones se multiplicaron, alimentando la intriga en la ciudad.
La aparición de la cesta, en un momento tan especial como la Navidad, ha añadido un toque de misterio a las celebraciones, recordando que a veces, lo más simple puede esconder algo extraordinario.