El hecho ocurrió durante la madrugada en Trelew, cuando un conductor a bordo de un Renault 11 en visible estado de ebriedad fue sorprendido por un control de tránsito. El personal al percatarse de la situación, le realizó un test de alcoholemia y para sorpresa de todos, quedó inutilizado tras la exhalación en la boquilla del beodo chofer.
Un hecho similar ocurrió en Lago Puelo a principios de año, el pasado 4 de Enero, cuando personal de la Agencia de Seguridad Vial y Policía, realizaban un control y un conductor alcoholizado superó el máximo permitido por el alcoholímetro, dejándolo sin funcionar.
Según indicaron, el máximo que puede registrar un aparato que mide el alcohol, puede registrar entre 3 y 4. «Pero ya en 3 podría tener coma alcohólico«, expresaron. Y agregaron que «la máxima que hemos visto en un control fue de 2,90». Sin dudas el conductor de Trelew superó ésta medida.
Fuente: Con información vía Twitter de @hmercere
