La realización de una cirugía ocular de máxima complejidad para reconstruir el ojo de un paciente que sufría daños múltiples, tras un grave traumatismo sufrido durante un accidente deportivo, mereció un destacado premio científico a nivel internacional.
El procedimiento combinó técnicas avanzadas de reconstrucción anatómica y microcirugía para restaurar la visión en un caso considerado a priori clínicamente irreversible. La cirugía fue filmada paso a paso en un video de alto valor educativo para especialistas de todo el mundo.
La operación, además de devolver la visión a un paciente gravemente lesionado, mostró al país en la vanguardia internacional en oftalmología. Este avance fue reconocido en agosto último, cuando el equipo de Charles Centro Oftalmológico recibió el “Best of Show – Rhett Buckler Award”, popularmente llamado el “Óscar de la retina”, durante el congreso anual de la American Society of Retina Specialists (ASRS), la sociedad de retina más grande del mundo.
El galardón, que elabora R.S. Owens & Company, el fabricante de las estatuillas del Óscar para la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, desde 1982 hasta 2016, representa el mayor honor para un video científico-quirúrgico en el ámbito oftalmológico. Aunque el equipo argentino ya había sido distinguido en su categoría en cuatro ocasiones previas, esta es la primera vez que obtiene el premio principal. Los premiados dijeron que esto es logro sin precedentes para la oftalmología nacional.
El video premiado documenta la intervención sobre un paciente que sufrió un severo trauma ocular durante un accidente deportivo. El impacto directo provocó una serie de lesiones simultáneas: catarata traumática, ruptura de ligamentos y deformación del iris. Esta combinación de daños suele dificultar, e incluso imposibilitar, la recuperación visual.
La estrategia quirúrgica se basó en una reconstrucción integral. El paciente presentaba una pupila fija en dilatación máxima, una catarata traumática y la subluxación del cristalino por ruptura de su sistema de sostén. El equipo optó por reposicionar el cristalino mediante un sistema innovador, lo que permitió abordar la catarata.
Posteriormente, los expertos fijaron el cristalino de manera definitiva y colocaron un lente intraocular en la posición fisiológica. El paso final consistió en suturar el iris en cuatro cuadrantes, restaurando el tamaño normal de la pupila y mejorando tanto la visión como la calidad de vida del paciente.
Fuente: Infobae























