Hace instantes desde el Reino Unido, confirman el fallecimiento de Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra durante 72 años y príncipe consorte desde hace 69.
Su figura, elegante y siempre seis pasos por detrás de la soberana británica, ha marcado la reciente historia de Inglaterra y su personalidad, no siempre políticamente correcta, aunque le granjeó algunas críticas nunca opacó su papel público. Padre de cuatro hijos, abuelo de ocho nietos y bisabuelo de nueve bisnietos, Felipe de Edimburgo era el decano de la realeza. Estaba por cumplir 99 años, se encontraba internado y había sido sometido a una operación de corazón.
Su última aparición pública, tras el anuncio de su retiro oficial en el 2018, después de cumplir 97 años, se produjo el pasado 22 de julio de 2020 cuando, en el patio del castillo de Windsor, hizo entrega de los atributos de Coronel en Jefe del regimiento de infantería ‘The Rifles’ a su nuera, la duquesa de Cornualles, esposa de príncipe Carlos.
El pasado mes de noviembre, con motivo de su 73 aniversario de boda, la reina Isabel y su marido festejaron la efeméride haciendo pública una fotografía, sentados ambos en un sofá de un salón de Windsor, mientras contemplaban una tarjeta de felicitación que les habían enviado tres de sus biznietos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis, hijos de los duques de Cambridge.
Felipe de Edimburgo ha vivido casi 100 años, todo un récord, no solo por la provecta edad alcanzada sino por lo bien que la ha vivido.
