Los científicos estadounidenses David Julius y Ardem Patapoutian (de origen libanés y armenio) ganaron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por sus descubrimientos de receptores del sistema nervioso que intervienen en la detección de la temperatura y el tacto, una información clave para el desarrollo de terapias para diferentes enfermedades y el dolor.
«Los descubrimientos de ambos investigadores están relacionados con el conocimiento de cómo los estímulos externos -por ejemplo, causados por temperaturas, sustancias irritantes, señales de contacto, etc- se transmiten hacia el sistema nervioso central», explicó a Télam el doctor en Ciencias Biológicas de Conicet Gustavo Paratcha, director del Laboratorio de Neurociencia Molecular y Celular Instituto de Biología Celular y Neurociencias (IBCN)-Conicet.
Y continuó: «Este descubrimiento es importante para entender en la cotidianeidad cómo percibimos los estímulos sensoriales y para el tratamiento de enfermedades relacionadas con la transducción del dolor (conversión de un estímulo sensorial a otro), ya que una de las estrategias para generar sustancias analgésicas consiste en el estudio de las bases moleculares que subyacen a la detección de estímulos dolorosos».
Paratcha explicó que «los receptores identificados por estos dos investigadores (como los de la familia TRP y Piezo) serían blancos importantes para el desarrollo de terapias para patologías relacionadas con el dolor».
A finales de la década del 90, David Julius comenzó a investigar cuáles eran los receptores celulares que se «activaban» con la capsaicina, el ingrediente picante de los chiles, ya que creía que esto podría proporcionar información fundamental sobre los mecanismos del dolor.
En esa búsqueda identificó un tipo de proteína que permite el paso de iones específicos y las bautizó TRPV1.
«El receptor TRPV1 detecta calor nocivo, temperaturas mayores a 43 grados centígrados, y es también el que detecta cuando comemos algo picante, es decir que esa sensación de ardor que tenemos en la boca también se genera por la activación de estos receptores», explicó por su parte la doctora en ciencias biomédicas María Florencia Coronel, jefa del Laboratorio de Dolor Asociado al Cáncer en el Instituto de Investigaciones de Medicina Traslacional (Conicet-Universidad Austral).
Tras el descubrimiento de TRPV1, Julius y Ardem Patapoutian hicieron otro avance importante con el descubrimiento de TRPM8 y posteriormente se identificaron varios receptores TRP adicionales que transducen información térmica en el sistema somatosensorial.
«El TRPM8, la M viene de mentol, es un receptor que se activa por sustancias que generan sensación de fresco y por temperaturas de frío», detalló Coronel.
Y continuó: «En 2010 Patapoutian descubrió también los receptores Piezo, que se activan frente a estímulos táctiles como puede ser una caricia, un abrazo, el contacto de la piel con la ropa, y también con el dolor inducido por estímulos mecánicos, por ejemplo, un cachetazo o un martillazo».
Coronel, quien trabaja junto a su equipo justamente el rol que tienen los receptores TRP en el dolor que se genera en pacientes que son tratados con quimioterapia y sufren efectos neurotóxicos y en el dolor crónico, contó que Patapoutian presentó a los receptores Piezo en un congreso de dolor neuropático al que ella había asistido.
«Fue sumamente emocionante porque hasta ese momento no se había podido encontrar el mediador en este tipo de estímulos», recordó.
La investigadora señaló que «todos estos receptores se están estudiando para el desarrollo de terapias para el dolor«.
«Una particularidad que tienen es que se encuentran localizados a nivel periférico, entonces la ventaja que ofrecen es que no es necesario administrar sustancias que tengan efectos a nivel del sistema nervioso central», explicó.
«Otra tema -señaló – es que como participan tanto en la detección de estímulos inocuos como nocivos no se pueden bloquear directamente porque sino el paciente pierde la posibilidad de detectar estímulos para desarrollar una vida normal».
Coronel detalló que en la actualidad «ya se utiliza en la práctica clínica el bloqueo del TRPV1 en parches que contiene capsaicina que producen la desensibilización del sector para tratamientos de dolor persistente localizados como la neuralgia pos herpética».
En tanto que «con el TRPM8 se están diseñando nuevas terapias a través del frío, por ejemplo, en pacientes que tienen neuropatías por quimioterapia, al momento de administrar la quimioterapia se utilizan guantes o botas que están refrigerados que actuarían a este nivel».
David Julius nació en 1955 en Nueva York (Estados Unidos), se doctoró en 1984 de la Universidad de California, Berkeley, y fue becario postdoctoral en la Universidad de Columbia, en Nueva York; actualmente es profesor en la Universidad de Colorado.
Ardem Patapoutian nació en 1967 en Beirut, Líbano. En su juventud, se mudó de una Beirut devastada por la guerra a Los Ángeles (Estados Unidos); en 1996 se doctoró en el Instituto de Tecnología de California, Pasadena y fue becario postdoctoral en la Universidad de California, San Francisco; desde 2000 es científico en Scripps Research, La Jolla (California), donde ahora es profesor; además es investigador del Instituto Médico Howard Hughes desde 2014.
El anuncio del Nobel de de Fisiología o Medicina fue el primero de este año, el martes 5 se anunciará el de Física; el miércoles 6 el de Química; el jueves 7 el de Literatura; el viernes 8 el de la Paz, y el lunes 11 el de Economía.