El proyecto de ley «Ficha Limpia», que buscaba impedir que personas condenadas por corrupción puedan ocupar cargos públicos, generó una nueva grieta política en el Congreso Nacional, poniendo de manifiesto las tensiones entre el oficialismo de Javier Milei y el PRO, partido fundado por Mauricio Macri.
La controversia se desató tras el fracaso del tratamiento del proyecto en la Cámara de Diputados, donde no se logró el quórum necesario.
El PRO, a través de un comunicado en redes sociales, acusó al gobierno de Milei de bloquear una «oportunidad histórica» para combatir la corrupción, señalando que el oficialismo «juega a favor de los corruptos». El partido reivindicó el rol de sus diputados, quienes, según ellos, actuaron en línea con las demandas de sus votantes.
La Libertad Avanza respondió a las acusaciones del PRO con un comunicado más agresivo, calificándolas de «mentiras» y «oportunismo político». El partido de Milei argumentó que la sesión estaba destinada al fracaso desde el principio debido a la falta de quórum, y recordó que durante el gobierno de Macri no se trató ningún proyecto similar.
El oficialismo cuestionó la coherencia del PRO al criticar la gestión de Milei mientras evaden sus propios antecedentes en materia de transparencia. Incluso, mencionaron que Macri propuso como candidato a vicepresidente a Miguel Ángel Pichetto, quien defendió los fueros en el Senado que protegieron a Cristina Fernández de Kirchner.