En declaraciones a La Cien Punto Uno, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Chubut, Eduardo Molina, se refirió a la Ley de Farmacias sancionada hace poco en Chubut y lanzó fuertes críticas hacia lo que desde la institución consideran un oligopolio entre dos empresas en la provincia. Además, Molina le dedicó algunas declaraciones al ministro de Salud de la provincia, Fabián Puratich.
En primer término, el presidente de los farmacéuticos se refirió a lo que fue hace algunos años la sanción de la Ley de Ejercicio de las Farmacias, que se trabajó durante cuatro años pero recién se promulgó este año. “Esta ley promueve a los medicamentos como un bien social, y no como un bien de consumo. Deben tener acceso a estos, todos los habitantes de la provincia. En un pueblo de 500 o 600 habitantes, un farmacéutico no puede vivir de eso. Por eso lo que debe haber es un entendido, alguien que conozca. El medicamento no es como ir a comprar a un kiosko. No es un bien de consumo”, sostuvo en primer término Eduardo Molina.
Algo molesto, el titular del Colegio de Farmacéuticos apuntó directamente al ministro de Salud de la provincia, Fabián Puratich: “él está haciendo un lobby. Ha tomado arte y parte en contra de la ley por la que hemos trabajado. Nosotros lo que vimos fue un asentimiento por parte de los diputados, en todo lo que hablábamos”.
Un lobby de dos cadenas de farmacias
En otra línea de análisis, Molina hizo declaraciones sobre dos grupos empresarios de farmacias en la provincia, que según él acaparan gran parte del mercado, generando entonces competencia desleal. “No tenemos duda de que hay dos cadenas que están haciendo lobby. Una de Comodoro y otra del valle. El Colegio de Farmacéuticos está creado por ley, por eso cualquiera que venga a ejercer en la provincia debe ser parte del Colegio. Pretenden voltear una ley que fue promulgada hace unos meses, una ley que habla de accesibilidad. Hay un lobby porque en Chubut existe un oligopolio entre dos grupos económicos”, recalcó.
Luego, fue más allá y se refirió directamente a los grupos empresarios de Farmacia Social y el de Farmacias Patagónicas y dijo que “su interés es el dinero. El nuestro es una cuestión de salud”. Además, planteó que, las sociedades anónimas no pueden estar dentro del sistema de salud, debido a la necesidad de que siempre haya un responsable físico. “Por eso los laboratorios están en contra de cadenas como Farmacity, porque podrían terminar ellos fijando los precios. Otro tema preocupante es el direccionamiento de recetas. El medicamento no puede ser dirigido a una farmacia. Se lleva la receta y él elige a qué farmacia quiere ir a buscarlo”.
“Con este criterio, las farmacias pequeñas estamos destinadas a desaparecer. Pasó ya en Trelew, donde teníamos 23 o 24 farmacias, y fundieron 12. La farmacia de cercanía, la del barrio, fue muy importante durante la pandemia. Esta es una ley de ejercicio de la profesión del farmacéutico. Tenemos mucho apoyo y seguiremos en esta pelea”, concluyó Molina.
























