Opinión: Cómo promover los niveles de actividad y empleo en Chubut Argentina. Por Jorge Sánchez
Advertencias básicas
Hemos abonado antes en esta columna la idea de que el mercado siempre está determinado por las instituciones que enmarcan el intercambio de bienes y servicios, la explotación de oportunidades y en definitiva los negocios posibles en cada lugar. Entendemos por instituciones no a organizaciones públicas, empresas privadas u organizaciones no gubernamentales con influencia en la sociedad. Las entendemos como las maneras en que se acostumbra a hacer las cosas en cada lugar y que con el tiempo resultan en las esperables. Las que dan marco a la acción individual persiguiendo los propios fines en el contexto que nos propongamos entender. La economía regional para el caso que nos viene ocupando.
El sistema político provincial hemos postulado antes tiene una clara orientación a la captura de rentas del estado. No por la voluntad explícita de nadie en particular o de algún signo partidario de manera excluyente. Ha sido configurado así en el tiempo primero por el modo en que se coordinan los actores que habitualmente pugnan por el poder político. Agendas sin relación con la sociedad civil promueven políticas que terminan impactando los procesos de mercado con legislación, regulaciones, actividades directas o compras públicas distantes de la trayectoria de las actividades económicas reales y el empleo asociado. Segundo, el costo de la inestabilidad macro argentina es la retracción de la inversión, que roza ya la descapitalización. En provincias como la nuestra se manifiesta por las enormes dificultades para establecer nuevas actividades y sectores económicos. Ello resulta en que generalmente en los mercados industriales son más frecuentes las oportunidades relacionadas con el favor estatal que con la explotación de oportunidades en mercados abiertos, competitivos y generadores de empleo. La soberanía del consumidor ha sido reemplazada por la «clientela» política siempre financiada por los contribuyentes, en procesos alejados de sus preferencias, que no suelen ser transparentes y que desde luego no generan empleo.
Las alternativas de futuro para las economías locales y regionales desnudó con toda crudeza la crisis sanitaria, están signadas por la transformación digital de la economía global. Ofrece oportunidades enormes en la provisión de energía, alimentos y cuidados de la salud. Nos presenta como ciclópeos desafíos la urgencia por incorporar tecnología a la explotación de recursos naturales y la actualización de infraestructuras para hacerlo posible. Esto procurando promover el comercio internacional de la región como vía de la generación de nuevas actividades y empleo. Las exportaciones patagónicas cuya participación en la nacional van en retracción se componen de recursos naturales sin valor agregado generalmente. A contramano de las necesidades y preferencias de enormes mercados que especifican niveles de calidad, trazabilidad para asegurar la sostenibilidad de las fuentes y presentaciones de productos y servicios de consumo masivo.
Lejos de inmovilizarnos, lo anterior ofrece referencias realistas a políticas de desarrollo de cara al futuro que en rigor, urgen. La primera consigna para su formulación es que considerando la volatilidad de la economía argentina y aun contando con dotaciones de recursos naturales y humanos, la inversión factible es focalizada y posible solo en el tiempo. No es objeto de anuncios que terminan horadando la confianza pública. Simplemente no son posibles en lo inmediato y esto hay que especificarlo. Segundo, la dinámica del entorno económico no admite la traspolaciòn acrítica de instrumentos promocionales diseñados en otras instancias estatales. La historia de la promoción económica subnacional argentina en general y patagónica en particular está plagada de instrumentos nacionales que simplemente no se adaptan a las condiciones locales, se subutilizan y se reducen a publicidad. Tercero, se basan en la identificación de oportunidades de inversión y fuentes alternativas de financiamiento. Esto supone la acción proactiva a partir de la coordinación real de las capacidades propias de la economía provincial para movilizar ahorro local y atraer el de fuentes externas. Constituyen en definitiva una agenda que por desafiante tiene condición de imprescindible. Las herramientas para acometerla entretanto, referencias para explorar otras economías regionales.
Sobre el autor: Jorge Sánchez es Consultor Asociado de Claves ICSA Master of Business Administration por Broward International University. Diplomado en Políticas Públicas por UNPJSB y en Economía Austríaca por ESEADE UNIVERSIDAD.
Las afirmaciones vertidas en las columnas pueden no coincidir con la línea editorial del medio, aunque buscamos promover en la sociedad.