«Trascender la improvisación» Por Jorge Sánchez
Cuando el costo de la improvisación se limita a la ya onerosa dilación en el bienestar de las personas, las familias y las comunidades, las necesidades de cambio se aparecen difusas a la opinión pública. Cuando amenazan la vida como sucedió en el sur de Chubut días atrás, se hacen evidentes. Los pensadores del siglo XVIII identificaron esta circunstancia al aseverar que la humanidad está más dispuesta a admitir los males siempre que el dolor sea soportable, que a cambiar las formas a las que está acostumbrada.
Los cambios que es necesario introducir en la región procurando mantener sus niveles de actividad y empleo son del primer tipo. Son de difusa necesidad. Lo son porque las circunstancias a modificar aun cuando tengan graves e insospechadas consecuencias no tienen los ribetes dramáticos de la crisis sanitaria. Deterioran de manera silenciosa el capital social y la calidad de vida de personas, familias y comunidades a lo largo del tiempo. Remediarlos asocia formas a las que no estamos acostumbrados y que incluso no imaginamos.
Concebir los remedios exige el máximo esfuerzo de comprensión y pluralidad para integrar perspectivas en acciones sostenibles. Analíticamente, el fenómeno admite al menos tres niveles de análisis. El primero es la propia complejidad que enfrentan las empresas. La contracción desatada por la cuarentena es la primera etapa de un proceso que resultará en la reestructuración de sectores. La incorporación de normas de bioseguridad, la integración de medios físicos y digitales así como la concentración económica en procura de escalas rentables serán algunos de los tractores de importantes modificaciones.
Ello remite al modelo de asistencia técnica que se ofrece a las empresas para contribuir a su dirección estratégica. Las nociones conceptuales, metodologías de abordaje y orientación general de los esfuerzos necesitan observar correspondencia estricta con las complejidades que la pandemia configuró de manera irreversible. Deben personalizarse a cada caso para contribuir de manera efectiva a la toma de decisiones. Esta es la vía para facilitar el aprendizaje en escenarios que exigen urgencia, son afectados por múltiples e intrincadas variables y cuya volatilidad los hace inciertos. La contribución efectiva de la asistencia técnica supone la reconstrucción conceptual de los procesos de mercado impactados y la dinámica competitiva asociada antes que ninguna prescripción.
A esta altura y este es el tercer nivel, los pretendidos ecosistemas empresarios juegan un papel de extrema relevancia para facilitar u obstaculizar tanto nuevos proyectos como la sobrevivencia empresaria. Hay tal cosa como un ecosistema en la medida que instituciones y empresas configuren un entramado de relaciones capaces de canalizar información, financiamiento y tecnología a ideas factibles de convertirse en proyectos empresarios o dar materialidad a nuevos planes de empresas en marcha. Cuando instituciones y empresas relevantes como empresas tractoras, universidades, entidades financieras y cámaras empresarias entre otras, operan sin coordinación; se está limitando de manera determinante la potencialidad del conjunto para proveer proyectos capaces de asociar nuevas actividades y empleos que harían sustentable la economía regional.
Anticipar los efectos futuros de la improvisación actual requiere de abordajes que se propongan acoplar capacidades, recursos y talentos en una dinámica colectiva explícitamente orientada a generar riqueza. El manejo de la crisis sanitaria en el sur de Chubut muestra el tipo de efectos que apareja la improvisación. Decisiones intempestivas con impacto en las expectativas del conjunto simplemente inhiben la generación de alternativas. Conversando con el Dr. Alberto Levy estos y otros temas, dimos orden a estas consideraciones. Lo invito a ver el diálogo en
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