El PRO se despegó formalmente esta noche de la expulsión de Edgardo Kueider al sostener que la mejor opción era la suspensión del senador que fue detenido con 200.000 dólares en efectivo en Paraguay.
Según especificó el PRO en su cuenta oficial de X, la «expulsión era indudable», pero «el procedimiento correcto era seguir el camino institucional de suspensión sin goce de sueldo y desafuero, solicitado por la jueza Sandra Arroyo Salgado».
«Este procedimiento, que respeta el debido proceso, requiere un trámite, por lo menos, similar al aplicado en la Cámara de Diputados en el caso De Vido durante el gobierno de Juntos por el Cambio», agregó el texto.
En esa línea, el partido que lidera Mauricio Macri profundizó: “Dicho trámite consiste en girar el expediente del desafuero, otorgar un plazo mínimo para el derecho a defensa -que puede incluir un descargo por escrito- y proceder a la suspensión del legislador. Alternativamente, también podría optarse por la expulsión siguiendo el mismo procedimiento”.
«En el PRO somos coherentes y respetamos las normas para evitar impugnaciones judiciales. El peor escenario es que un acto de corrupción quede impune por la violación de los procesos legales», continúa.
Para la conducción del partido amarillo, «resulta llamativo que quienes se oponían a impedir que un condenado en segunda instancia fuera candidato hoy expulsen sin el mínimo debido proceso a un senador (Edgardo Kueider), mientras protegen a otro (Oscar Parrilli)».
«Esto demuestra, una vez más, que como hemos sostenido siempre desde el PRO, no existe acuerdo alguno con el kirchnerismo que pase el más mínimo filtro republicano. Seguiremos defendiendo los valores de la institucionalidad, la justicia y la transparencia como lo hicimos desde nuestra irrupción en la política argentina, hace más de 20 años», cerró el documento.
La expulsión de Kueider fue avalada por cuatro senadores del PRO: Luis Juez, Guadalupe Tagliaferri, Victoria Huala y Beatriz Ávila. Mientras que los que votaron por la negativa fueron Andrea Cristina, Enrique Goerling, Carmen Álvarez Rivero y Alfredo De Angeli.
Fuente: N.A.