Lejos de la pandemia y del asiduo contacto humano, un cóndor y un zorro compartieron un momento en el Aconcagua, mientras realizaban las tareas de relevamiento de fauna en la zona, entre la Quebrada de Matienzo y el límite con Chile.
Estaban en silencio, tranquilos, uno al lado del otro y observando a Joaquín el fotografo. Sus imágenes, para el regocijo humano, dan cuenta de que las especies animales pueden convivir en total armonía.
“Verlos juntos y tan cerca para mí fue un premio«. Puede ser casualidad, o causalidad, porque lo poco que sé de fotografía es para usar la cámara como una herramienta de trabajo que me sirve justamente para documentar este tipo de acontecimientos, pero en todos estos años esta fue una de las experiencias más hermosas”, confió Joaquín
El guardaparques supone que ambos habían estado comiendo minutos antes y que decidieron posar para descansar un rato. Los cóndores a diferencia de lo que se cree y que le otorga mala fama no son cazadores y solo se alimentan de carroña. “Quizás había algo que no vimos y lo habían estado comiendo porque el cóndor cuando está muy hambriento o muy saciado se queda muy tranquilo”, reveló el forgrafo.
Fuente: Cronica TV