Hay motivos de inquietud sobre lo que pueda venir en el corto plazo, cuando se conozca el resultado de las urnas en los EEUU, para culminar un dramático ciclo electoral muy parejo, y que también llevó en Wall Street a precios máximos para bonos, acciones y otros activos en los últimos meses.
“Según nuestras estimaciones, los rendimientos de los bonos de Argentina han respondido casi en igual medida a factores globales y a los idiosincráticos. Un resultado en Estados Unidos en el que las monedas emergentes coticen más débiles y los bonos high-yield caigan sería, en términos de impacto, negativo, pero si Trump se impone, los inversores locales seguramente comprarán en la caída, y creemos que el resultado sería mayoritariamente neutral”, consideró Max Capital en un informe.
El informe apuntó a que “la evolución de los precios en las últimas semanas ha dejado entrever lo que representaría una victoria de Donald Trump, con divisas emergentes más débiles y un temor a un aumento de los aranceles a la importación y caída de los precios de commodities. Para Argentina, una victoria de Trump produciría un deterioro sobre el ancla cambiaria, pero la posibilidad de un mayor apoyo del FMI podría contrarrestar los efectos. Una victoria de Kamala Harris, en cambio, generaría expectativas de continuidad, sin cambios en la relación de Argentina con el Tesoro estadounidense y el FMI”.
Para los expertos de Puente, “la perspectiva para el segmento de acciones en Estados Unidos es positiva, pero con retornos más modestos que en 2023, en un contexto de desaceleración económica y la tasa de interés en 5%, lo que favorece a la renta fija global dados los altos rendimientos nominales que se derivan de ello. Ante la expectativa de ‘aterrizaje suave’, la visión para el segmento continúa siendo de cautela, más aun considerando la definición de las elecciones presidenciales y el rumbo que tomará la política económica dependiendo quien resulte victorioso, sumado a la mayor volatilidad del mercado debido a las persistentes tensiones geopolíticas en Medio Oriente”.
“Este escenario de mayor volatilidad conlleva mantener una postura prudente en acciones, priorizando sectores de calidad, buenos fundamentos, altos dividendos o de valuaciones más baratas (value). Estos se presentan como puntos de partida interesantes para seguir capturando rentabilidad en los próximos meses, en tanto la autoridad monetaria continúe con los recortes en la tasa de referencia, tal como tiene previsto para este año y el siguiente. En este sentido, las valuaciones de las acciones se encuentran ‘caras’ en comparación a sus promedios históricos, con el ratio de Precio/Ganancias por acción para los próximos doce meses del S&P 500 en 21,3 veces actualmente. Luce conveniente mantener la selectividad, siendo propicio adquirir instrumentos con garantías o protección sobre el capital invertido, enfocados en acciones de perfil de crecimiento o de calidad”, agregaron desde Puente.
“Aunque existen riesgos potenciales en los mercados derivados de las políticas comerciales y fiscales, la realidad legislativa del Congreso y la diferencia entre las promesas de campaña y la gobernabilidad hacen que los escenarios más negativos sean poco probables. Los inversores deben equilibrar estos riesgos con el hecho de que, históricamente, los mercados bursátiles de EEUU tienden a mostrar repuntes tanto antes como después de las elecciones presidenciales”, afirmó Maximiliano Donzelli, manager de Estrategias de Inversión de IOL (InvertirOnline).
“Por lo tanto, recomendamos que los inversores no tomen decisiones drásticas en sus carteras basándose únicamente en expectativas o temores sobre el resultado electoral. En su lugar, deberían enfocarse en proteger y gestionar riesgos específicos. Para cubrirte en ambos escenarios. Como alternativa para proteger las carteras de la volatilidad, sugerimos incorporar oro mediante el ETF GLD (que replica la evolución del oro, en precio récord), el cual está respaldado por oro físico”, acotó Donzelli.
Los analistas coinciden en que políticamente una victoria de Trump beneficiaría al Gobierno ultraliberal de Javier Milei, por su diálogo personal, pero en lo económico el país se vería condicionado. La política económica ortodoxa impulsada por la administración ultraliberal muestra resultados positivos respecto del superávit fiscal y la balanza comercial, aunque el poder adquisitivo de los argentinos se derrumbó por una inflación anual aún de tres dígitos.
Argentina “necesita crédito barato y materias primas que exportamos caras. Eso algunos dicen ocurrirá si el dólar baja de precio o si se reactiva un proceso inflacionario con mayor déficit fiscal por parte del Tesoro norteamericano”, comentó a Reuters el economista Mariano De Rosa. Acotó que “no sabemos el resultado, pero por declaraciones de ambos candidatos y por su pasado las cosas deberían ser muy distintas si gana el republicano o la demócrata”.
Un análisis de Adcap Grupo Financiero ponderó que en el panorama local “el Gobierno está plenamente comprometido a honrar los próximos vencimientos, incluso a expensas de pagar un costo político, con el fin de demostrar capacidad de pago. Por eso vemos con buenos ojos tomar ganancias del Global 2035 y posicionarse en activos más conservadores como el Bopreal Serie 3 o el Global 2029 y 2030, con mayor cantidad de pagos de capital durante esta administración. Es importante señalar que el Índice de Confianza en el Gobierno recuperó casi todo lo perdido en septiembre. Es decir: el riesgo de que fuera el primero de varios datos negativos que pudiera poner en peligro el Investment Case de Argentina parece haberse disipado, mientras que los datos de actividad y salarios mostraron mejoras que, si se mantienen, deberían apuntalar la imagen presidencial en los próximos meses”.
Fuente: Infobae