La “burbuja sanitaria” que habia River en Ezeiza para agilizar los tiempos de cara al reinicio de la Copa Libertadores tuvo una filtración tras conocerse que el entrenador de arqueros Adrián Olivieri tiene COVID-19. Ante este escenario, todo el plantel que comanda Marcelo Gallardo quedó aislado dentro del hotel donde se concentraban sin la posibilidad de realizar entrenamientos grupales hasta realizarse nuevos testeos.
Tras la primera tanda de hisopados, el club de Núñez anunció que todos los futbolistas, integrantes del cuerpo técnico y empleados del River Camp dieron negativos. La idea que baraja la institución es que se realice una nueva tanda de testeos de PCR (siglas en inglés de ‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’) para evitar “falsos negativos” el próximo jueves. Además, intentarán pedir el permiso pertinente para volver a entrenar esta tarde.
“Los testeos PCR realizados durante el día de ayer dieron resultado negativo para todos los integrantes del plantel. Estos testeos incluyeron en su totalidad a los jugadores, miembros del cuerpo técnico y colaboradores que integran la delegación”, informaron a través de las redes sociales.
Ante este cuadro de situación, toda la comitiva millonaria quedó aislada en el Holiday Inn de Ezeiza (cada uno en una habitación individual -quedaron inhabilitados los lugares comunes y les llevarán la comida a sus habitaciones). No obstante, se creó un “corredor seguro” para que los futbolistas puedan realizar algunos ejercicios. Sin utilizar ascensores ni abrir ninguna puerta, los jugadores realizaron ejercicios de reactivación, abdominales y trabajos con bicicletas fijas.
El equipo comandado por Marcelo Gallardo comenzó esta “burbuja” el pasado lunes, con la intención de realizar prácticas de fútbol formal, con la intención de llegar de la mejor manera al duro compromiso del próximo 17 de septiembre ante San Pablo en Brasil. Cinco días después deberá tomar nuevamente un avión para enfrentar a Deportivo Binacional de Perú (finalmente se jugará en Lima y no en la altura de Juliaca -3.825 metros-). Luego, el 30 recibirá a San Pablo y cerrará su participación el 20 de octubre ante Liga de Quito como local. Estos dos últimos compromisos se llevarán a cabo en el estadio Libertadores de América de Independiente, ya que el Monumental se encuentra en plenas reformas.
























