La segunda categoría del fútbol de Comodoro Rivadavia vivió un fin de semana cargado de incidentes que empañaron la competencia y encendieron la preocupación por la seguridad en las canchas.
En Valle C, Oeste y Ferrocarril del Estado disputaban un encuentro sin público visitante que parecía desarrollarse con normalidad. Sin embargo, sobre el final del partido, que terminó en victoria 3-0 para “La Maquinita” con tres goles de Marcos Bellido —uno de chilena—, la violencia se desató. Hinchas de Ferro que seguían el duelo desde la calle, detrás de un arco, se enfrentaron con simpatizantes locales. Piedras y botellas comenzaron a cruzar el alambrado y la Policía debió intervenir con disparos al aire para dispersar a los agresores.
La tensión también se trasladó al duelo entre Nueva Generación y Deportivo Roca, que terminó en un electrizante 3-3 con goles de Pablo Amaya (tres) para La Nueva, y un doblete de Matías Cuyul más un tanto de Maximiliano Heredia para Roca. Al finalizar, la situación se desbordó: un jugador de Nueva Generación rompió un vidrio del vestuario, lo que motivó su detención frente al presidente de Roca y la Policía. La reacción de compañeros y allegados derivó en forcejeos, y otro futbolista terminó detenido tras dañar un móvil policial con una patada.
La fiscalía dispuso que ambos jugadores permanezcan detenidos hasta la audiencia de control prevista para este lunes. Mientras tanto, Nueva Generación emitió un comunicado en el que pidió disculpas por los daños materiales, pero cuestionó con dureza el accionar policial y de la dirigencia rival, calificando de “injusto e inaceptable” lo ocurrido. “Nuestros futbolistas fueron tratados como delincuentes y víctimas de un accionar policial desmedido”, señaló el club, además de denunciar que familiares resultaron heridos en el caos posterior al encuentro.
Con información de MAMBAsport
