La evolución del empleo industrial tuvo una caída interanual de 3,4% en marzo, lo que convirtió al sector en el segundo más golpeado detrás de la construcción, aunque la retracción es menor al 3,7% de febrero anterior, de acuerdo con reporte del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU).
El informe de Indicadores Laborales de la Industria que elabora la entidad destacó que en marzo el sector perdió 38.700 puestos, una caída de 3,4% respecto al mismo mes de 2019.
Sin estacionalidad, el empleo industrial mostró un retroceso mensual de 0,4%, que implicó unos 4.634 trabajadores menos, menor a la del empleo asalariado total que retrocedió 0,8% en la medición intermensual..
«Esta merma significó una reversión en la atenuación de la caída que se venía presentando a principios de año», explicó el informe del CEU.
Dentro de las actividades del segmento de asalariados privados, todas las ramas presentaron caídas interanuales a excepción de electricidad, gas y agua.
La caída fue liderada por el empleo en la construcción, que tuvo una retracción récord de 19,3%, es decir con una pérdida de 87.900 puestos.
Luego de la industria, siguieron los trabajadores de comercios con 25.600 puestos perdidos (-2,2%) y de hoteles y restaurantes (-3,8%) dada la clara afección por el aislamiento obligatorio en dichas actividades.
En la comparación mensual, se refleja la complicada situación para el empleo privado, ya que en la industria la caída fue de 0,4% mensual sin estacionalidad (4.634 trabajadores menos).
Esta merma significó una reversión en la atenuación de la caída que se venía presentando a principios de año.
Los acuerdos de suspensiones alcanzados en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo fueron un importante alivio para hacer frente a la caída de la demanda y sostener el empleo.
Así, la Encuesta de Indicadores Laborales presentó que el 14% de las empresas relevadas aplicó suspensiones en abril, el nivel más alto de la serie.
La crisis en el sector productivo y en el empleo se agravó en abril, por el impacto pleno de las medidas de a lo largo de todo el mes.
La EIL anticipa una nueva caída del empleo asalariado privado en los grandes centros urbanos, del 3,1% en abril.
Este comportamiento no obedece a un aumento de la tasa de salida sino a la reducción de las contrataciones; la tasa de entrada fue la menor de la serie que comienza en 2001.
Las expectativas sobre la evolución del empleo para los próximos 3 meses son negativas; de las empresas que esperan realizar cambios en su personal (9,2% del total), el 87% esperaba reducirlo.
La caída de la actividad y el empleo también se reflejó en la menor cantidad de empleadores que registraron declaraciones juradas en el SIPA en abril, una baja interanual de 4,2%, que implicó 23.306 declaraciones juradas menos.
En el caso de la industria, la caída interanual se aceleró a 5,9%, con 3.063 DDJJ menos que en abril de 2019.
Tanto la caída en la cantidad de empleadores y puestos de trabajo como la baja en las incorporaciones de personal reflejan el delicado panorama laboral y productivo en el marco de la pandemia de coronavirus.