En una nueva final de Gran Hermano, Santiago «Tato» Algorta de Uruguay y Ulises Apóstolo de Córdoba, se disputan el premio mayor que supera los 80 millones de pesos, y tal cómo fue la final de la temporada pasada, este año nuevamente tiene a participantes del país vecino y de la provincia mediterránea.
Ambos «hermanitos» ingresaron a la competencia el pasado 2 de diciembre de 2024, y desde la primer semana de convivencia y nominación marcaron su enemistad de una manera muy clara y que este martes 24 de junio de 2025 tendrá su duelo final por la pantalla de Telefé.
El año pasado, curiosamente también la final estuvo peleada entre un representante de Córdoba, Emma Vich y uno de Uruguay, Bautista Mascia quien este último se alzó con el premio mayor luego de sacar el 56,2 % de los votos.
Quién es quién
Nacido en Uruguay, Santiago «Tato» Algorta, de 28 años, es uno de los grandes finalistas de esta edición de Gran Hermano que marcó su paso por la casa más famosa del país con una polémica frase: que era discriminado por «ser fachero«.
Cuando le tocó presentarse en Gran Hermano, Santiago «Tato» Algorta dijo que «sufrió bullyng por fachero», también confesó ser creador de contenido en TikTok, una de las redes sociales más importantes en la actualidad, y que por nada en el mundo se muestra mal o que está vulnerable. Conocelo un poco más.
El participante fue muy cuestionado la primera semana, en la que fue líder y decidió mandar a placa a cuatro mujeres. En las redes sociales explotaron en contra de él, sin embargo, supo salir de ese foco negativo y transformar su juego. Durante la edición fue el hombre con calma que supo responder cuando el momento lo pedía.
Tiene 27 años, es politólogo, asesor legislativo y asegura que la noche cordobesa es la mejor del país. Ulises Apóstolo es uno de los grandes favoritos de esta edición de Gran Hermano, y su paso por la casa no pasó desapercibido.
A horas de la gran final de Gran Hermano, uno de los nombres que más resuena entre el público es el de Ulises Apóstolo, un joven oriundo de Despeñaderos, Córdoba, que combina una vida dedicada a la política con una fuerte presencia carismática que captó la atención dentro y fuera de la casa.
Su juego siempre fue de manera agresiva teniendo a su favor su oratoria y un claro oponente desde el principio: Santiago Tato Algorta.
