La historia de Genaro, un vecino del barrio José Fuchs, expone el lado más cruel de la viralización sin control. En los últimos días, su rostro comenzó a circular en redes sociales y grupos vecinales, señalado erróneamente como autor de una serie de robos y estafas. Pero el verdadero responsable sería su hermano gemelo, quien atraviesa una grave situación de calle.
“Mi hermano está haciendo muchas macanas, pero no soy yo”, aclaró Genaro, con la voz cargada de impotencia, en diálogo con Radio del Mar. Contó que lleva ocho meses sin consumir drogas y que intenta reconstruir su vida junto a su pareja y sus hijos. Sin embargo, la confusión constante con su hermano —de apariencia idéntica— convirtió su recuperación en un calvario.
El parecido físico entre ambos es tan extremo que hasta los gestos y el modo de vestir terminan siendo una trampa. “Si me dejo la barba, él también se la deja. Me imita todo el tiempo”, relató, explicando que esa coincidencia lo empuja a pensar en una medida desesperada: hacerse un tatuaje para distinguirse. “No puedo salir a buscar trabajo, no puedo andar tranquilo por la calle”, lamentó.
Las publicaciones virales, creadas con la intención de alertar sobre la inseguridad, se transformaron en una pesadilla para Genaro. “Entiendo a la gente, pero esto me colapsa. Yo ya no puedo hacer nada, mi familia tampoco”, dijo con dolor.
En medio del caos, también se refirió a la difícil realidad de su hermano. “Perdió a sus cuatro hijos y no tiene fuerzas para salir adelante. Solo Dios podrá encargarse de él”, expresó, dejando entrever la mezcla de tristeza y resignación que lo acompaña.
Agotado, Genaro buscó ayuda institucional para frenar las falsas acusaciones. “Fui a Fiscalía para preguntar qué se podía hacer, y me dijeron que me acercara a los medios”, contó. Así decidió hacer pública su historia, con la esperanza de recuperar algo tan básico como su nombre y su tranquilidad.
























