Es conocido por la mayoría de las personas cómo reacciona un puercoespín ante la existencia de una amenaza, clavando sus púas en el enemigo.
Y quién precisamente sufrió el ataque de este animal fue un perro, que terminó con 500 púas sobre su rostro y el resto de su cuerpo.
Cabe destacar que estas espinas no son venenosas, pero pueden provocar un grave daño cuando son clavadas, dado que penetran el tejido.
Es importante que el animal o la persona que es atacado por un puercoespín reciba un potente medicamente con el objetivo de aliviar el dolor, ya que puede ser extremadamente fuerte, si no se aplica una anestesia adecuada.
Fueron 30 horas de tratamiento sobre el perro, para curarlo por completo, y que vuelva a lucir sin ninguna espina en todo su cuerpo.
Fuente: Radio Mitre
