El mercado gastronómico argentino se sacudió con la confirmación de que Burger King está en venta. La cadena de hamburguesas, que opera en el país desde 1989 y cuenta con más de 110 sucursales, será transferida por decisión del grupo mexicano Alsea, que encomendó al banco BBVA la búsqueda de un comprador.
La medida no significa el retiro definitivo de la compañía del país. Alsea mantendrá su presencia en el negocio local a través de Starbucks, marca que seguirá gestionando directamente. La venta de Burger King, en cambio, responde a una estrategia regional que incluye también sus operaciones en Chile y México.
En Argentina, la firma compite por el segundo puesto dentro de un rubro cada vez más saturado, con McDonald’s y Mostaza como jugadores tradicionales y un fuerte avance de hamburgueserías artesanales que ampliaron la oferta en los últimos años.
Según trascendió, fondos de inversión y grupos gastronómicos locales ya fueron contactados. Entre los potenciales interesados aparecen los dueños de la cadena de pizzerías Kentucky y el grupo Inverlat, que actualmente maneja franquicias como KFC y Wendy’s.
La eventual venta definirá el futuro de Burger King en un mercado de comida rápida que atraviesa una etapa de transformación y que obliga a las marcas a reinventarse para conservar su lugar en la preferencia de los consumidores.
