Un episodio de suma imprudencia generó alarma este miércoles por la tarde en el aeropuerto de General Roca, donde una mujer accedió de forma indebida al área operativa del aeródromo para pasear a su perro. Su presencia cerca de la pista obligó a que dos aviones que estaban por aterrizar abortaran la maniobra y debieran mantenerse en vuelo, en una situación que pudo haber terminado en tragedia.
Ante la inesperada irrupción, las autoridades aeroportuarias activaron el protocolo de seguridad y ordenaron desviar los vuelos, que sobrevolaron la ciudad hasta que el lugar fue despejado. A pesar del riesgo, no se registraron daños materiales ni personas heridas.
Desde el Aeroclub General Roca emitieron un mensaje contundente para advertir a la comunidad: el predio aeroportuario no es un espacio público ni recreativo, y cualquier ingreso no autorizado representa un delito y una amenaza directa a la seguridad operacional.
“Una conducta como esta puede derivar en un accidente de consecuencias irreparables”, señalaron. Reforzaron además la necesidad de respetar las normas que rigen en el ámbito aéreo, especialmente en zonas donde la actividad aeronáutica es constante.
