Este lunes se cumplen 11 días de la desaparición del menor. Cinco de los seis detenidos fueron imputados por el delito de trata y el comisario, por entorpecer la investigación. El expediente queda en manos de la Protex.
Los fiscales de Goya Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo dejaron de ser esta tarde los instructores del caso de la captación de Loan. El expediente pasó a la Justicia Federal, justamente, porque ellos imputaron a 5 de los detenidos por el delito de trata.
Barry y Castillo fueron claros en sus conceptos y marcaron como punto de inflexión en el caso el momento en los testimonios y lo registrado por los perros rastreadoresconfirmaban que Loan no había salido del terreno de la casa de su abuela.
“Nunca se dejaron de lado ninguna de las dos hipótesis, una relacionada a la pérdida y la otra, con que el niño haya sido llevado”, comenzaron explicando. Para luego enfocarse en el momento en que se dieron cuenta de que el comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, preso y acusado de encubrimiento, les metía.
“Entendíamos que había un entorpecimiento en la investigación de la búsqueda del menor”, dijo Castillo y agregó: “En las marchas, el comisario les daba citaciones a los vecinos para ir al Ministerio Público Fiscal para declarar algo por el hecho (cuando no sabían nada). Ante semejante agravio ante nosotros, comprometía la línea de investigación y nos confundía”.
Barry en tanto lanzó sobre el tema: “Nos plantaron el botín, y sabemos que lo hicieron. Confiábamos en la información que nos daba”.
Barry dio detalles de cómo fueron cerrando la puerta de la hipótesis sobre un niño perdido: “El recorrido con los niños fue bastante esclarecedor”. No sólo lo que dijeron en Cámara Gesell sino durante la reconstrucción.
“Los llevamos al lugar y nos contaron todo el recorrido que hicieron. Lo más importante era ver por dónde perdieron de vista a Loan y, con esas manifestaciones, el panorama fue más claro: todos coincidían en la dirección que tomó cuando fue vista por última vez. Iba hacia la casa de la abuela”, describieron con detalle la clave del caso.
Es que allí se dieron cuenta de que a la izquierda de ese camino hacia la casa de la abuela había un alambrado y en línea recta un monte: “Difícilmente, un menor de 5 años que nunca fue al campo, no se frene, grite, llore, vuelva. Esa fue una pauta esclarecedora que deshabilita la hipótesis de la perdida”.
Fuente: Infobae
