Izquierda Política: De la Revolución Francesa a los Pensadores Eternos y los Líderes Argentinos
En el vasto teatro de la política mundial, la división entre izquierda y derecha no es solo una etiqueta geográfica, sino un eco de revoluciones, ideas transformadoras y luchas por la igualdad que han moldeado la historia humana. Surgida en medio del caos de la Revolución Francesa, la «izquierda» se ha convertido en sinónimo de cambio social, justicia económica y resistencia al statu quo. Pero, ¿por qué se llama así? ¿Quiénes son los cerebros que han forjado su ideario? Y en Argentina, un país de pasiones políticas intensas, ¿quiénes han encarnado esta corriente? Esta crónica periodística explora las raíces, los intelectuales globales y los referentes locales de la izquierda, un movimiento que, pese a sus contradicciones, sigue inspirando debates y movilizaciones en pleno siglo XXI.
El Nacimiento Accidental: ¿Por Qué «Izquierda» y «Derecha»
La denominación «izquierda» en la política no surgió de un tratado filosófico ni de un manifiesto ideológico, sino de un mero arreglo espacial en una sala de debates. Todo remonta al 28 de agosto de 1789, durante la Asamblea Nacional Constituyente francesa, en plena Revolución Francesa. En esa histórica sesión, se discutía el poder de veto del rey Luis XVI sobre las leyes. Los diputados conservadores, defensores del Antiguo Régimen y leales a la monarquía, se agruparon a la derecha del presidente de la Asamblea, simbolizando su apoyo al orden establecido. En contraste, los revolucionarios –jacobinos, girondinos y otros partidarios de limitar el poder real y promover reformas radicales– se sentaron a la izquierda. Esta división física, inicialmente fortuita, se convirtió en metáfora política: la izquierda representaba el progreso, la igualdad y la ruptura con las tradiciones opresivas, mientras la derecha encarnaba la conservación, la jerarquía y la estabilidad.
Con el tiempo, esta dicotomía se popularizó en Europa y se extendió globalmente, especialmente durante el siglo XIX con el auge del socialismo y el comunismo. En el siglo XX, se profundizó con eventos como la Revolución Rusa y la Guerra Fría, donde la izquierda se asoció con ideas anticapitalistas y pro-obreras. Hoy, aunque el espectro se ha complejizado –con izquierdas liberales, ecológicas o identitarias–, el origen francés persiste como un recordatorio de cómo un simple asiento puede definir ideologías enteras. Como señala la historia, esta etiqueta no es rígida: en algunos contextos, como en Latinoamérica, la izquierda ha fusionado populismo y nacionalismo, desafiando las definiciones europeas.
Los Gigantes Intelectuales: Pensadores que Moldearon la Izquierda Mundial
La izquierda no sería lo que es sin sus mentes brillantes, intelectuales que, desde la pluma y la acción, han diseccionado la desigualdad y propuesto alternativas al capitalismo. En encuestas y análisis recientes, figuras como Karl Marx emergen como el pilar fundamental. El filósofo alemán (1818-1883), junto a Friedrich Engels, escribió «El Manifiesto Comunista» (1848), un texto que denuncia la explotación obrera y aboga por una sociedad sin clases. Marx, con su análisis dialéctico del materialismo histórico, influyó en revoluciones como la rusa de 1917 y sigue siendo referente para críticos del neoliberalismo.
Le siguen pensadores como Antonio Gramsci (1891-1937), el italiano que introdujo el concepto de «hegemonía cultural», explicando cómo el poder se mantiene no solo por la fuerza, sino por el control de las ideas. Gramsci, encarcelado por el fascismo, es clave para entender la izquierda posmoderna. Judith Butler (1956-), filósofa estadounidense, ha revolucionado el feminismo y la teoría queer con obras como «El género en disputa» (1990), cuestionando las normas de género y expandiendo la izquierda hacia la diversidad identitaria.
Otros destacados incluyen a Michel Foucault (1926-1984), quien analizó el poder en instituciones como prisiones y hospitales en «Vigilar y castigar» (1975); Thomas Piketty (1971-), economista francés autor de «El capital en el siglo XXI» (2013), que denuncia la creciente desigualdad económica; y Hannah Arendt (1906-1975), cuya obra «Los orígenes del totalitarismo» (1951) advierte contra los peligros autoritarios, incluso en la izquierda. Simone de Beauvoir (1908-1986), con «El segundo sexo» (1949), sentó las bases del feminismo moderno, mientras Noam Chomsky (1928-), lingüista y activista, critica el imperialismo estadounidense en textos como «Hegemonía o supervivencia» (2003).Estos intelectuales no solo teorizaron; inspiraron movimientos globales, desde el Mayo Francés hasta las protestas anticapitalistas actuales.
Los Referentes Argentinos
En Argentina, la izquierda ha sido un mosaico de influencias: socialista, comunista, peronista y guerrillera, marcada por la turbulenta historia del país. Uno de los pioneros fue Alfredo Palacios (1880-1965), el primer diputado socialista de América Latina en 1904, quien impulsó leyes laborales como la jornada de ocho horas y la abolición del trabajo infantil. Fundador del Partido Socialista Argentino en 1896, Palacios representó la izquierda reformista temprana.
Ernesto «Che» Guevara (1928-1967), nacido en Rosario, es un ícono global pero referente argentino por excelencia. Médico y guerrillero, participó en la Revolución Cubana y promovió la lucha armada contra el imperialismo en libros como «La guerra de guerrillas» (1960). Su imagen sigue simbolizando la izquierda radical en Argentina.
La izquierda trotskista y radical ha ganado visibilidad con el Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT), fundado en 2011. Figuras como Myriam Bregman (1972-), abogada y diputada, y Nicolás del Caño (1980-), han liderado protestas contra el ajuste económico y defendido causas laborales. Hermes Binner (1941-2020), primer gobernador socialista en Santa Fe (2007-2011), y Luis Zamora (1948-), diputado trotskista en los 80, completan el panorama de una izquierda diversa que incluye al Partido Obrero y el Movimiento Socialista de los Trabajadores.
En un país polarizado, la izquierda argentina ha oscilado entre la oposición al peronismo (como en 1946, cuando socialistas se aliaron contra Perón) y la alianza con él. Hoy, enfrenta desafíos como la fragmentación y el ascenso de la derecha libertaria.
La izquierda, nacida de un asiento en París, ha evolucionado en un faro de esperanza para muchos, guiada por pensadores visionarios y líderes apasionados. En Argentina, como en el mundo, sigue siendo un recordatorio de que la política no es estática: es una lucha constante por un mañana más justo.
